Ledecky eleva su leyenda

La nadadora estadounidense supera su propio récord mundial en los 1.500 metros estilos un día después Peaty destrona a Van der Burgh

La nadadora estadounidense Katie Ledecky celebra su victoria en los 1.500 metros estilos femeninos en Kazán.
Francisco Ávila (Efe) Kazán

05 de agosto 2015 - 05:02

La extraordinaria Katie Ledecky, la sociedad inglesa formada por James Guy y Adam Peaty y la locura que desató en el Kazán Arena la victoria de la local Yuliya Efimova fueron los pilares de la tercera jornada de natación, que se solventó con tres récords del mundo.

Ledecky planeó por el agua con su brazada económica para ganar el oro en los 1.500 metros estilos. Sus rivales la ven en la salida y después la felicitan a la llegada. No tiene rival, la estadounidense batió el récord del mundo y un día después lo ha rebajado en dos segundos. Sacó quince segundos a la segunda clasificada, la neozelandesa Lauren Boyle (15:40.14), que además batió el récord de Oceanía; y 22 a la tercera, la húngara Boglarka Kapas.

Media hora después, de nuevo estaba dispuesta. Esta vez no se trataba de ganar, sino de recuperar bien y clasificarse para una final, la de 200 libre, una prueba en la que puede hacer historia si la gana, porque sus triunfos en los 400, 800 y 1.500 prácticamente se dan por hechos.

Tocó última el primer parcial, también el segundo 50 y era penúltima de la serie en los 150. Nadó los últimos 50 en 29:33 para remontar hasta la tercera plaza y con 1:56.76 se clasificó con el sexto mejor tiempo.

En el ranking de decibelios, la ganadora de la sesión fue la local Yulia Efimova, ganadora del metal áurico en los 100 braza. La rusa, suspendida por dopaje durante 16 meses (de octubre de 2013 a febrero de 2015) por ingestión de L-Carnitina, encendió el Kazán Arena y le dio a su país el primer oro en natación.

Efimova remontó a la lituana Ruta Meilutyte para conseguir el título, mientras que tercera fue la jamaicana Alia Atkinson que hizo la mejor carrera de su vida para colgarse el dorado.

Sin ella, los jóvenes James Guy y Adam Peaty hubieran sido más cabeza de cartel. La dupla es la cara de la natación británica tal y como demostraron con el oro del primero en los 200 libre y el récord mundial del segundo en las semifinales de los 50 braza.

Guy, de 19 años, nadó como un veterano los 200 libre para arrebatarle el oro y los galones al chino Sun Yang. Peaty dejaba sin vigencia la plusmarca que establecía el sudafricano Cameron van der Burgh por la mañana.

Si la tarde se le dio bien a Ledecky, no fue buena para Franklin. La campeona olímpica de los 100 espalda quedó quinta en una carrera que encumbró a la australiana Emily Seebohm y en la que hubo doblete aussie con la plata de Madison Wilson.

También hubo victoria australiana en la modalidad masculina. Mitchell Larkin hizo valer su gran momento de forma para llevarse el metal dorado.

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