Por mucho que el Betis B esté segundo, de manera provisional, el filial va a conseguir que, poco a poco, vaya cada vez menos aficionados a la ciudad deportiva, pues su fútbol hace que los partidos sean un suplicio. El equipo de Óscar Cano es muy plano. Ayer fue el Arcos el que le plantó cara y se llevó un punto de oro en su objetivo de lograr la salvación.

Así, el choque ante el conjunto arcense fue un calco a los de jornadas anteriores, con un Betis B intentando llevar el peso del partido y un rival arropado atrás intentado general peligro al contraataque. Así, en el minuto 12, un balón perdido en la medular local lo aprovechó Zúñiga para sacarse de la chistera un zapatazo desde 25 metros.

El Betis B llevó la manija pero su dominio fue infructuoso, pues el Arcos estuvo muy bien plantado, con las líneas muy juntas y bien dirigidos por la pareja formada por Parada y Fornel.

Las ocasiones de los anfitriones brillaron por su ausencia, aunque cuando todo hacía indicar que el marcador no se movería en la primera parte apareció Ismael para empatar con el tiempo cumplido.

Tras el paso por la caseta, el guión de la contienda no cambió, pues a pesar de que el filial apretó el acelerador sólo tuvo una ocasión clara para marcar.