Mismos errores, mismo resultado. Viendo cómo es de igualada esta Segunda División resulta un tanto arriesgado desperdiciar una parte entera, como ayer hizo el Xerez, no por nada, sino porque cuando hagan falta los puntos, estos dos que se fueron más los otros dos que se dejaron escapar en Albacete se echarán de menos. Si en el Carlos Belmonte fue el campo desangelado, según el propio Javi López, el que evitó que su equipo se enchufara, lo de ayer seguramente sería el frío, otra explicación convincente no tiene. Bueno, sí tiene, se repitieron los mismos errores del último partido.

Sea lo que sea, lo cierto que este equipo no está para tirar cuarenta y cinco minutos como el que no quiere la cosa, y menos ante un rival que vino a Chapín con un objetivo claro, defender y arrancar un punto. Y es que la Ponferradina, como ocurrió con el Albacete, demostró por qué está donde está, pues se limitó a estar ordenado y unir bien sus líneas. Con eso únicamente logró un punto en Jerez, porque de haber sido algo más ambicioso o tener algo de más pólvora arriba estaríamos hablando de otra cosa. Aún así, tiene su mérito. Hizo su guerra, como era de esperar, por cierto, y acabó sacando un empate.

Los azulinos sólo hicieron méritos para algo más durante quince minutos, los que fueron del 50 al 65 de la segunda parte. Del resto, y sobre todo del primer tiempo, mejor ni mencionarlo.

La entrada de Font en mediocampo ayudó a tener más posesión, pero como ya ocurriera en Albacete, el Deportivo se mostró como un equipo impreciso, lento en la transición de balón y que se contagió excesivamente pronto del juego de su rival, de ahí que desde casi el inicio se dedicara a usar el balonazo largo sin ningún tipo de criterio.

Granero presionó la salida de balón xerecista, puso un futbolista cerca de Font y Bruno y adiós al Xerez. Ni siquiera Capi, que otras veces ha acudido al rescate, apareció. El sevillano sigue siendo un náufrago pegado a banda. Apenas entra en juego con el balón y cuando lo hace se pierde en regates innecesarios y en pases imprecisos.

El Deportivo se acercó al marco de Mackay en tres ocasiones durante toda la primera mitad. En la primera, en el minuto 9, Óscar se revolvió en la frontal con acierto pero su disparo se fue alto. La segunda y la tercera fueron sendos disparos blandos a puerta, uno del propio Díaz (37') y otro de Font (41'). No hubo más. Tanto es así que el peligro real en toda la primera parte fue de la Ponferradina (42') en un córner botado por Iván Pérez y que De Paula, libre de marca, remató de cabeza. Chema, con una gran parada, despejó a córner.

Lo demás fue la misma historia del Carlos Belmonte. Circulación de balón nula, y una persistencia inútil en entrar por el centro, un lugar donde los bercianos estaban bastante arropados. Pablo Redondo y Capi no ocupaban los espacios de sus bandas y ni Mendoza ni Edu Moya (que ayer estuvo a buen nivel, aunque se le nota falto de confianza) se atrevían a subir con descaro.

La segunda mitad, por contra, arrancó de otra manera. Tras un aviso previo de Óscar de Paula, el Xerez saltó al césped más entonado. ¿Qué cambió? La entrada por banda. Por la izquierda el Deportivo encontró un filón y con los apoyos de Héctor Font y Capi, Mendoza fue el de otros tiempos. De dicha asociación surgió la primera llegada con serio peligro en esta segunda mitad. El del Chicle avanzó bien por su carril tras combinar con Font, y su disparo lo sacó a córner in extremis uno de los centrales bercianos.

La reacción xerecista no fue un espejismo, ya que un minuto después fue Óscar Díaz el que probó fortuna, pero de nuevo se topó con el meta gallego de la Ponferradina.

Sin apenas tiempo, Font y Mendoza conectaron nuevamente. El jerezano centró y José Mari, ganándole la acción a Cuadrado, cabeceó. Mackay respondió despejando a córner.

Después de mucho tiempo, el Xerez había encontrado el modo de romper la férrea defensa visitante, con velocidad y desdoble.

La réplica castellana la protagonizó de nuevo Óscar de Paula cinco minutos después. El guión fue el mismo que en el primer tiempo, córner botado por Iván Pérez y remate del vasco, esta vez de volea. Su disparo se fue rozando el poste y sirvió para enmudecer Chapín.

El tanto xerecista pudo llegar instantes después. Font apareció ahora por la derecha, sentó a un rival dentro del área y su centro, cuando el público cantaba ya el gol, lo sacó en última instancia la defensa leonesa ante la desesperación de Capi, que llegaba solo para empujarla.

A partir de ahí, los de López se diluyeron. Tan sólo un posible penalti a José Mari que pidió el público pero que el árbitro no vio, sirvió al Xerez para acercarse a la meta de Mackay.

El paso de los minutos abrió el partido. La Ponferradina esperaba una contra para buscar ese gol milagroso, y los azulinos se topaban una y otra vez con la poblada defensa visitante. Sólo las entradas de José Vega y Antoñito reactivaron equipo. Con poco tiempo para dar de sí (López tardó en exceso en hacer los cambios), la velocidad del jerezano provocó un cambió en el juego xerecista. En una de sus arrancadas, José Mari pudo marcar, pero su testarazo se fue fuera por poco.

Las últimas fueron para Antoñito, cuyo derechazo se fue a la derecha del portero visitante, y de Jesús Mendoza, que cuando todos esperaban el centro se sacó un latigazo que se fue por encima del travesaño.

El público abandonó Chapín abroncando a Javi López, sobre todo con el última cambio, pues el catalán se vio obligado a quitar a Héctor Font (que pidió ser sustituido) por Barber, una decisión que no gustó a la grada.