El Sevilla asalta el Coliseum

El Sevilla cargó de razones las sospechas que ensombrecen el nuevo proyecto del Getafe, salió triunfador por primera vez del Coliseum pese a su rácana propuesta y acentuó la incertidumbre sobre el futuro del equipo madrileño, que acumula cinco encuentros seguidos sin satisfacciones.

Condicionado por las ausencias, el Sevilla llegó a Getafe sin Javi Navarro, Koné, Duscher, Chevantón, Capel, Escudé, Adriano, Acosta y Dragutinovic, por ejemplo, queda al amparo de la inspiración de talentos como el malí Frederik Kanouté, de vuelta tras una lesión, de Jesús Navas o del brasileño Luis Fabiano.

Fue en una acción puntual del artillero sudamericano cuando el encuentro dio un giro. A diez minutos del descanso, Luis Fabiano subrayó la lentitud de David Belenguer y la falta de precisión del meta argentino Roberto Abbondanzieri para ganar un balón dividido proporcionado por el marfileño Ndri Romaric para encarrilar el triunfo y disparar la alarma getafense.

Era la primera aproximación seria de los visitantes, que sólo habían dispuesto de otra, a modo de regalo, también de Luis Fabiano, que desvió el meta local.

Minutos antes, Esteban Granero desperdició un penalti, realizado por el colombiano Aquivaldo Mosquera a Jaime Gavilán. El centrocampista gestado en la cantera del Real Madrid desechó la opción más clara del Getafe. Flojo y mal colocado, Andrés Palop detuvo el tiro.

El Getafe tiró de ímpetu tras el descanso. Aunque el furor no amplió la relación de ocasiones de gol. Al contrario, amplió la ansiedad del equipo y de su técnico, que sólo optó por soluciones para el último cuarto de hora, cuando dio entrada a Roberto Soldado, en el banquillo después de su expulsión ante el Valencia, y a Rafa.

No hubo respuesta positiva de la situación y apenas Palop fue puesto en evidencia. Al contrario, un contraataque en el tiempo de descuento fue aprovechado por el belga Tom de Mul para hacer redondear el primer triunfo sevillista en el Coliseum y acrecentar la zozobra del Getafe, cuya afición pidió a gritos la marcha de Víctor Muñoz.