El cartero regala un prodigio

Ciclismo l Vuelta a España

Moncoutie culmina una fuga desde casi el banderazo inicial · Evans y Sánchez pierden tiempo respecto a Valverde

David Moncoutie alza el brazo en señal de victoria al cruzar la meta de Sierra Nevada.
C. De Torres (Efe) / Granada

13 de septiembre 2009 - 05:02

David Moncoutie (Cofidis), antiguo cartero que repartía el correo en París en su bicicleta, ganó la etapa reina de la Vuelta, en la que Valverde reforzó el jersey oro con los ocho segundos de bonificación del tercer puesto.

Moncoutie se ganó a pulso la etapa. Se metió en la fuga inicial, pasó en cabeza los cuatro puertos intermedios y coronó en Sierra Nevada en solitario, como lo hizo la pasada campaña en Pla de Beret. Así que logró su segunda etapa en la Vuelta e igualó las dos que tiene en el Tour.

El francés llegó 52 segundos antes que Ezequiel Mosquera y 1.16 minutos respecto a Alejandro Valverde, que buscó y encontró la bonificación de 8 segundos y además picó un segundito al italiano Ivan Basso y al holandés Robert Gesink, sus compañeros del podio tras la eliminación de Cadel Evans, víctima de un pinchazo en el ascenso de Monachil y de Samuel Sánchez, que padeció en dicho puerto.

Sánchez le dejó 21 segundos a Valverde y Evans más de un minuto. Ambos fueron los perjudicados en la consideraba etapa monstruo de la Vuelta, jornada algo más animada que la precedente, pero que tampoco decidió a falta del tercer acto de la montaña andaluza en La Pandera.

El líder del Caisse d'Epargne dio un pequeño paso al frente, no definitivo, pues tiene a Gesink a 27 segundos y a Basso a 1.01. Lo que sí sabe el maillot oro es quienes van a ser sus rivales hasta Madrid. Evans pasó al cuarto puesto a 1.23, Samuel es quinto a 1.32 y Mosquera, otra vez el animador de la etapa, sexto a 1.46.

La etapa más esperada se animó de inicio con una multitudinaria fuga de 30 corredores en la entraron, aparte de Moncoutie, dos hombres del líder, Purito Rodríguez y David López, otro del Rabobank de Gesink, Juanma Gárate y alguno no muy lejano en la general, como Dani Navarro (Astana). Mala fuga para el Euskaltel, que tenía que defender la posición de Sánchez en la general.

Monachil también fue el escenario de las escenas más interesantes entre la alta jerarquía. En la otra etapa, en la de verdad. El Liquigas de Basso tenía ganas de probar suerte y tensó la cadena. Enseguida sacó conclusiones, pues cedieron a las primeras de cambio Samuel Sánchez y Tom Danielson, que pasó del cuarto al noveno puesto de la general. Un buen trastazo para el estadounidense del Garmin.

Mientras Moncoutie hacía su trabajo, el grupo del líder fue recogiendo cadáveres de la fuga inicial, que ayudaron a sus líderes. Menos Evans, siempre solo, sin compañeros al abrigo. Precisamente Evans fue el primero en descolgarse, por un inoportuno pinchazo en plena subida. La desgracia de uno fue el comienzo de la fiesta para otros. Valverde, Basso, Gesink y Mosquera no miraron atrás. Un enemigo menos.

Quedaba la subida a Sierra Nevada. Volvió a saltar tímidamente Basso, con más ilusión que fuerza. Y luego Mosquera, que al tercer intento, a falta de dos kilómetros se emancipó, por fin.

Faltaba la pedrea de 8 segundos de bonificación. Ahí Valverde impuso su sprint final y recogió las migajas de una jornada que tampoco enamoró a nadie. El premio colectivo se lo repartieron entre los inquilinos del podio a costa de Evans. La mayor alegría fue para Moncoutie. El cartero siempre llama dos veces. Y ambas en las cumbres.

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