El fútbol por bandera entre los aficionados

La afición del Barcelona sí portó numerosas 'esteladas' en la grada del Vicente Calderón.
J. J. Lahuerta (Efe) Madrid

23 de mayo 2016 - 05:02

La fiesta del fútbol, representada ayer en su máxima expresión en la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Sevilla, eclipsó a la polémica de las banderas esteladasque durante los últimos días marcó el paso de la actualidad del choque entre el club catalán y el andaluz.

Al final, el deporte y las ganas de diversión pasaron por encima de cualquier problema derivado de la política. Las hinchadas de Barcelona y Sevilla, en las horas previas al partido, cumplieron con todas las normas de convivencia y se vieron sin ningún incidente todo tipo de banderas, incluida la estelada.

La bandera independentista catalana hizo acto de aparición entre los hinchas barcelonistas, aunque el porcentaje de aquellos que no la portaban era bastante mayor que los que, en su mayoría, la llevaban a modo de capa ondeando al viento.

Muchas esteladas aparecieron en la fan zone del Barcelona, donde se concentraron más aficionados del club azulgrana por metro cuadrado. Situada en el Parque del Antiguo Matadero, cerca del Paseo de la Chopera de Madrid, fue el punto de encuentro de la marea humana del Barcelona, que pudo disfrutar de diversas actividades: un grupo de percusión, grupos de animación, talleres y actividades como camas elásticas o puntos de maquillaje para el partido.

Mientras, los sevillistas, algo más cerca del estadio Vicente Calderón, se ubicaron en el Parque de San Isidro. Allí disfrutaron de 80 metros de barra con bebida, una carpa con pizzas, un DJ y la música que eligieron los propios aficionados a través de facebook. Al ritmo de Rafaella Carrá, Lolita o Raphael, se escuchó algún cántico relacionado con la polémica de la semana: "Menos esteladasy más cerveza helada".

Ya fuera de las zonas de encuentro oficiales, en las proximidades del estadio, sevillistas y azulgrana se mezclaron sin ningún problema. Además, la huelga de metro no afectó demasiado a todos los que acudieron al estadio y solo hubo alguna aglomeración en los controles de entrada.

"Me alegro de poder entrar al estadio con la estelada. No hago daño a nadie y por la calle nadie me ha dicho nada malo. Es un gran día", aseguró Josep Martín, aficionado del Barcelona.

En el otro lado, Dolores Romero, del Sevilla, se mostró comprensiva con los aficionados azulgrana que portaban la bandera independentista: "No estoy de acuerdo con lo que simboliza, pero no me molesta. Eso sí, me incomoda mucho cuando pitan mi himno. Piden respeto por los símbolos y luego alguno no lo tiene. Pero todo está estupendo", afirmó.

Al final, la polémica de las banderas esteladasno hizo acto de presencia en el público. El Vicente Calderón acogió a dos aficiones que se divirtieron con respeto, pusieron el fútbol por bandera y dejaron atrás cualquier tipo de polémica.

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