-Llega el momento de cumplir su gran sueño.

-Es verdad y se valora. Después de ver tantos Mundiales por televisión, con amigos y familia, estar en uno es lo más grande que hay para un futbolista.

-¿Dudó en venir en algún momento?

-Al día siguiente de la final de Champions me encontraba muy mal, me dolía mucho el tobillo y tuve un par de días malos. Le decía a mi entorno que no me encontraba bien y que había que llamar a Del Bosque. Conforme pasaban los días y me vieron los doctores y fisios de la selección me dijeron que con mi cabezonería y con trabajo me iba a recuperar".

-¿Cómo se gestiona el cambio de pasar a ser protagonista?

-Para mí, mi familia y amigos es algo extraordinario estar aquí, tener el privilegio de estar en la selección que es el sueño de cada niño. Cada día que pasa lo vives con más normalidad. Estar aquí es algo que me he ganado a pulso cada día que me levanto de mi cama y voy a entrenar con el Atlético de Madrid.

-En el viaje a Washington vieron vídeos de Mundiales.

-En especial el último. Lo vi con Andrés (Iniesta) para recordar cosas bonitas. Ojalá salgamos en futuros vídeos. Ese Mundial lo viví como un aficionado más.

-¿Entiende que Arbeloa cierre su etapa en la selección?

-Para Álvaro dar ese paso de abandonar algo no es agradable. Es uno de esos jugadores al que hay que estar agradecido.

-¿Qué puede aportar Diego Costa a La Roja?

-Diego Costa es profundidad, velocidad, fuerza, energía y gol. Reúne muchas condiciones muy positivas para cualquier equipo que le gustaría tener en su plantilla.

-Simeone y Del Bosque, dos técnicos tan diferentes que conducen al éxito.

-Porque todo en la vida no puede ser igual. Que sean diferentes no quiere decir que no sean compatibles. Los dos saben mucho de fútbol, tienen mucha experiencia y han ganado títulos.

-¿Es favorita España o mejor huir de favoritismos?

-No hace falta que seamos favoritos para ganar este Mundial.