Ferrari quiere poner a punto a su diosa roja con una cura de urgencia en la Toscana. El equipo considera los ensayos de Mugello como la última oportunidad para evitar una temporada de pesadilla. "Tenemos que hacer por fin un trabajo sensato. Hasta ahora no lo hemos hecho", advirtió Fernando Alonso.

Alonso y Massa se ven alentados en Mugello por centenares de ferraristas que ondean gigantescas banderas rojas y se pasan horas ante la carpa del equipo. No es de extrañar que Domenicali se muestre confiado: "Nuestros ingenieros trabajan día y noche". Para evitar nuevos fracasos, Ferrari ha ordenado una revisión general de sus bólidos. Se montó un nuevo tubo de escape y se modificó la parte trasera. Al final de los ensayos habrá una nueva cubierta para el motor. Para la próxima carrera, el 13 de mayo en Barcelona, el monoplaza será mejorado además con un nuevo alerón delantero y otro suelo.

En 2007 Raikkonen logró por última vez un título de pilotos para Ferrari, seguido un año después por el de constructores. Desde entonces se suceden las decepciones. En las cuatro primeras carreras del año Ferrari no logró nunca mejorar la novena plaza en la clasificación. Sólo gracias a la lluvia en Malasia y al talento de Alonso logró una inesperada victoria. Y sólo diez puntos separan al doble campeón mundial de Vettel. "Hemos limitado mucho los daños", se esperanzó Alonso.