El mayor guiño de la locura

El Real Madrid realizó un imposible ejercicio de épica y venció al Getafe gracias a un espectacular gol de Higuaín en el descuento que permite a su equipo mantenerse vivo en la lucha por el título. Fue un partido que el hincha del Madrid tardará en olvidar. Perdía a falta de seis minutos pare el final, se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Pepe al cometer un penalti fallado por Casquero a lo Panenka e Higuaín daba un golpe con su segundo gol para conseguir un triunfo con el que nadie soñaba ya.

Una calamidad en la primera parte, el Madrid era muy plano con el balón y el Getafe fue el dominador hasta el descanso. De hecho, suyas fueron las oportunidades más claras durante todo el partido. Se adelantó a los 10 minutos y los protagonistas fueron futbolistas formados en el Real Madrid. El equipo blanco perdió el sitio en defensa, Cannavaro salió hacia un lateral y Granero centró para el extraordinario remate de Soldado.

Pero al Madrid le quedaba el orgullo e Higuaín es un claro exponente de esta circunstancia. En el descuento de la primera mitad, elñ visitante Cata Díaz se hizo un lío al intentar despejar y su compatriota peleó un balón que parecía que no conducía nada. Gol de Higuaín y máxima incredulidad de su rival. Golpe de efecto.

La segunda parte fue un completo disparate, una ida y vuelta extrañísima en la que el Real Madrid mostró todas sus limitaciones y el Getafe expuso su osadía, casi temeraria. Los dos equipos se fueron a buscar el triunfo, aunque el conjunto visitante tuvo las mejores ocasiones.

El segundo gol visitante llegó a los 84 minutos, en un contraataque bien armado, aunque aprovechando el desastre defensivo de los locales, que finalizó con un gran remate de Albín.

Los últimos minutos fueron de locura. Guti animó el partido al transformar una falta directa con un magistral lanzamiento que entró por el ángulo. Era el empate, quedaban cuatro minutos para el final, pero todavía faltaba mucho por ocurrir.

Por ejemplo, Pepe cometió un penal sobre Javier Casquero, al que también agredió alevosamente, con la consiguiente expulsión. El centrocampista del Getafe lanzó de manera lamentable e Iker Casillas paró.

El Real Madrid se lanzó entonces hacia un ataque suicida, con Higuaín a la cabeza. En la última jugada del partido, el argentino arrancó y soltó un violento zurdazo que entró por el ángulo generando el delirio de toda la hinchada local. El estadio Santiago Bernabéu vivió otro milagro, uno de los más grandes jamás vistos.