Economía

Abengoa descarta recortes duros de plantilla y salarios en España

  • La compañía asume bajas puntuales de trabajadores adscritos a proyectos en venta. El complejo solar de Sanlúcar la Mayor queda fuera del plan de desinversiones.

El plan de viabilidad de Abengoa no prevé recortes laborales traumáticos ni en el número de efectivos, especialmente en España, ni de salarios, pese a que la compañía resultante de la reestructuración se centrará en los negocios de ingeniería y construcción y será de menor tamaño que la actual, según indicaron ayer fuentes cercanas a la empresa. La compañía, que ya se ha desprendido de unos 500 trabajadores temporales en España, no considera que "se tenga mucho margen" en este aspecto, especialmente en lo que se refiere a los sueldos, ya que las remuneraciones de sus empleados se sitúan por debajo del nivel de otras empresas del sector.

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Eso no significa que la masa laboral se mantenga intacta tras la reestructuración. La hoja de ruta aprobada el pasado lunes por el consejo de administración contempla la venta de todos los activos no fundamentales. Esto implicaría la salida del perímetro de la empresa de los trabajadores adscritos a ellos. Como recoge el plan de viabilidad elaborado con el asesoramiento de Álvarez & Marsal, Abengoa ha puesto a la venta su negocio de biocombustibles de primera generación. Esta división tiene un valor en libros de 2.500 millones de euros, pero la firma prevé ingresar una cantidad mucho menor. Con presencia en Brasil, EEUU y Europa, el grupo ya ha mantenido negociaciones para desinvertir en este negocio, que se considera "que no es fundamental". Asimismo, Abengoa podría cerrar "en los próximos días o semanas" nuevas desinversiones inmobiliarias adicionales a la ya cerrada de su antigua sede en Madrid. Dentro de estos activos a los que el grupo tiene colgado el cartel de En venta, figura también el edificio de la avenida de la Buhaira de Sevilla que albergaba su cuartel general hasta su traslado al campus de Palmas Altas.

El plan de viabilidad ha diseñado el perímetro de la compañía, tras desgranar la viabilidad de un total de 200 proyectos. La Nueva Abengoa se concentrará en negocios de ingeniería y construcción para terceros y con una tecnología propia. Su actividad estará focalizada en el desarrollo de plantas de generación eléctrica y seguirá apostando por mantener sus activos energía termosolar. Esto incluye sus emblemáticas plantas de Sanlúcar la Mayor, no sólo por interés económico, sino por su valor como campo de pruebas para seguir innovando en esta tecnología.

Además, la empresa seguirá trabajando en proyectos desalación, transporte de energía, agua y servicios de mantenimiento. "Fuera de eso, nada es imprescindible. Zapatero a tus zapatos", indicaron las mismas fuentes.

No obstante, la firma descarta por completo la venta de su participación de más del 41% en Atlantica Yield, su filial cotizada en EEUU a la que transfirió algunos de sus activos más valiosos. Para la empresa, esta propiedad es "lo bastante estratégica como para no tomar una decisión ahora".

Culminada la elaboración del plan de viabilidad, la multinacional andaluza entra ahora en una negociación "muy delicada" con sus acreedores -banca, bonistas y proveedores- en búsqueda de "un punto de equilibrio, para reducir los casi 9.000 millones de euros de deuda corporativa hasta en torno a unos 3.000 o 4.000 millones. Como solución se plantean quitas o capitalización de deuda, lo que convertiría a los acreedores en accionistas de la firma, y dejaría a sus actuales propietarios en una posición minoritaria. "Es un proceso delicado, y del que tiene que salir una solución con una nueva estructura de la deuda y de capital", señalaron las mismas fuentes, que subrayaron que el concurso y la liquidación "es un escenario que no conviene a nadie".

Abengoa prevé obtener "en las próximas semanas" la línea de liquidez de unos 165 millones de euros que necesita para cubrir las necesidades inmediatas de la compañía durante el periodo del preconcurso de acreedores, que expira el próximo 28 de marzo.

Con esta nueva inyección de liquidez, que los bonistas se han ofrecido a aportar aunque con unos fuertes intereses y compartiendo con la banca las garantías que tienen en Atlantica Yield, el grupo tendría cubierto su día a día hasta el final del plazo por el que se extiende el preconcurso. "La negociación de la línea va por buen camino y se prevé cerrarla la próxima semana", señalaron las mismas fuentes.

Además, si finalmente la banca no accede a compartir esas garantías en su filial cotizada en EEUU, Abengoa podría ofrecer a los bonistas algunos activos adicionales, como alguna planta de bioenergía, en prenda para cerrar esta nueva inyección.

En cuanto a los proveedores, la compañía cuenta con una deuda que asciende a unos 5.000 millones de euros, aunque tan sólo entre 300 y 500 millones de ella es vencida. Hasta el próximo mes de marzo vencen otros 300 millones de euros más de deuda con los proveedores. Como solución, el grupo trabaja en un alargamiento en los plazos de pago.

Por otro lado, Abengoa no prevé rescindir el contrato de asesoramiento que suscribió con su ex presidente Felipe Benjumea, por el que el ex primer ejecutivo de la compañía percibirá una retribución de 1,086 millones de euros anuales y que estará vigente hasta diciembre de este año. En concreto, este contrato fue "pactado" entre los bancos y el anterior presidente de la compañía para asegurar una ampliación de capital por importe de 650 millones de euros que preveía el compromiso de la banca a cubrir el grueso de esta inyección, así como una reducción en la participación en el capital del grupo de Benjumea, y contiene unas cláusulas que "se deben respetar", según indicaron fuentes de la negociación.

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