España

Interior dice que "ETA cabe en un microbús" y el Gobierno vasco no la da por muerta

  • Fernández Díaz descarta una negociación previa a la disolución de la banda terrorista

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, afirmó ayer que "lo que queda de ETA cabe en un microbús pequeñito" que, además, "desde ayer va sin conductor", y destacó que en la actual legislatura se ha detenido y puesto a disposición judicial a 158 etarras.

Las fuerzas de seguridad capturaron el martes en Francia a dos de los presuntos jefes de la organización terrorista, David Pla e Iratxe Sorzabal, en una operación de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) y de la Guardia Civil.

Fernández Díaz avisó de que el Estado continuará con la persecución de los miembros de la banda terrorista hasta "su aniquilación completa", o bien hasta que la banda, que en 2011 anunció el cese de su actividad armada, entregue las armas y anuncie su disolución.

Asimismo, detalló que la operación sigue abierta y que, de momento, han encontrado "algo de armamento" y "mucha documentación" en papel e informatizada en el registro de la vivienda que ocupaban los etarras. "En todas estas operaciones la incautación de información es enormemente importante", recalcó Fernández Díaz.

Asimismo, el ministro descartó una negociación previa a la disolución con la banda: "El Gobierno ni ha negociado, ni negocia ni negociará con terroristas".

"Si la política de dispersión penitenciaria preocupa mucho a los etarras y a sus familias por los desplazamientos que tienen que hacer y quieren que termine, lo más fácil es que ETA anuncie su disolución, o bien que los presos se desvinculen públicamente, reconozcan el daño causado y pidan perdón", resolvió.

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, señaló por su parte que un "desmantelamiento estrictamente policial" de ETA no garantiza con certeza su "acta de defunción" y que el abandono de las armas por parte de la banda terrorista es "definitivo y claro". En una entrevista en Radio Euskadi, defendió la propuesta del Ejecutivo de Íñigo Urkullu para un "final ordenado" de ETA porque, según dijo, para "cerrar la etapa negra de la historia de Euskadi es bueno tener un acta de defunción clara" que acredite que el fin de la banda terrorista es "definitivo". "Esto se pierde cuando se opta por una estrategia estrictamente de desmantelamiento policial", insistió.

El parlamentario de EH Bildu y secretario general de EA, Pello Urizar, afirmó a su vez que la solución policial a ETA es "un error" que no pone fin a esta etapa y advirtió que "un cierre en falso tiene el riesgo de ponerse en marcha".

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