España

Policías catalanes piden que se aplique la ley antiterrorista a los vándalos

  • Varios sindicatos de los Mossos aseguran que lo sucedido en Barcelona es idéntico a la 'kale borroka' del País Vasco · Exigen más medios para combatir la violencia y que los jueces sean más duros

El Sindicato de Policías de Cataluña (SPC) exigió ayer que se aplique la ley antiterrorista a los violentos que provoquen disturbios como los sucedidos en Barcelona durante la huelga general del jueves, empezando por estos mismos.

El portavoz sindical, David Miquel, defiende que no hace falta reformar el Código Penal ya que para los vándalos de esta magnitud, "el tratamiento tendría que ser el mismo" que el que se le da a los responsables de la kale borroka.

"Si hay una organización previa y lo que se está provocando es una situación caótica en una ciudad, esto es calcado al terrorismo urbano de baja intensidad, pero que se ha producido en el País Vasco", manifestó Miquel.

Para él, si los radicales del jueves en Barcelona no reciben ese trato, "cuando entran en los tribunales ordinarios, se van", y destacó que no le constan condenas a otros individuos por disturbios semejantes.

Por su parte, el sindicato de los Mossos d'Esquadra SME-CCOO señaló que el Gobierno catalán parece que "es capaz de recortarlo todo excepto la violencia en las calles" y recordó que la Policía catalana está peor que hace dos años. En un comunicado, el sindicato aseguró que los violentos que provocaron disturbios en el centro de la ciudad utilizaron cócteles molotov y lanzaron bolas de hierro contra los Mossos, aunque sólo lograron perforar un furgón, llegando al nivel de "la kale borroka y los grupos antisistema de Grecia".

Según el sindicato, son grupos "muy organizados" que utilizan técnicas de manual de guerrilla urbana y que hacen contravigilancias para detectar a los agentes de paisano.

El sindicato lamentó que las penas que les caen a estos vándalos son "irrisorias" y aseguró que la problemática de los violentos no se solucionará si no se les persigue penalmente con contundencia.

El sindicato reclamó a los responsables políticos que "hagan lo que tienen que hacer" con las leyes, los jueces y fiscales para que Barcelona deje de ser la capital de los violentos.

Por su parte, el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, aseguró que rechaza colocar una etiqueta conceptual a hechos como éstos, y añadió que "si de lo que se trata es de interpretar el Código Penal, estoy convencido de que será cuestión de que la Fiscalía y, finalmente, un juez lo pueda determinar".

Aunque admite que pueden llegar a establecerse comparaciones con la kale borroka, Puig prefiere no hacer paralelismos con disturbios vinculados al conflicto vasco y a ETA.

En cambio, el conseller reiteró la necesidad de endurecer el Código Penal para pasar "del sencillo delito de daños" a una tipificación delictiva más dura. Poco antes, el director de los Mossos, Manel Prat, había declarado también a una emisora de radio que puede haber paralelismos, pero evitó la comparación con estructuras de fines cercanos a los terroristas.

Felip Puig no descartó más detenciones en los próximos días, y defenderá que el fiscal pida prisión preventiva para algunos si se puede acreditar un nivel de violencia desproporcionado.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, manifestó el viernes que será "inflexible" con los violentos que protagonizaron altercados el jueves y que si la vía penal no es suficiente para erradicarlos actuará también por la vía administrativa a través de la imposición de fuertes sanciones económicas.

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