Dos fosas comunes de Santa Marta de Tera (Zamora), en la que están enterrados los cuerpos de varias personas fusiladas por falangistas durante la Guerra Civil, serán hoy las primeras en abrirse con autorización judicial después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Benavente haya atendido el requerimiento del juez Baltasar Garzón, que instruyó la causa antes de inhibirse.

Las dos fosas están situadas en las inmediaciones del cementerio municipal de la localidad zamorana y en ellas puede haber siete u ocho varones asesinados, según informaron fuentes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Las dos fosas están contiguas una a la otra y se sospecha que en ellas fueron enterradas personas que fueron previamente fusiladas junto a la tapia del cementerio de Santa Marta de Tera en agosto y octubre de 1936.

Cuatro de los hombres que podrían estar enterrados en la fosa son Baltasar Carbajo Vidales, José Villalibre Toral, Baltasar Valderrey Turrado y Aquilino Ortega Villahoz, todos ellos detenidos en la localidad leonesa de Destriana.

Las cuatro víctimas fueron apresados en ese pueblo leonés el 22 de agosto de 1936 mientras trabajaban. A los cuatro los subieron en un camión que se dirigió a La Bañeza, donde "seguramente también fue subido don Guillermo, cura de Ribas de la Valduerna".

De este modo, según la ARMH, parece ser que la intervención de un militar obligó a los falangistas que conducían el camión a que liberaran al cura mientras que el resto de los prisioneros pasaron varias horas recluidos en la casa-cantina de la plaza Mayor de La Bañeza.

Los cuatro de Destriana "fueron asesinados al atardecer" en el paraje del término municipal de Jiménez de Jamuz conocido como los Corrales de la Gándara. Desde ese lugar, fueron trasladados hasta Camarzana de Tera, donde el alcalde de la localidad ordenó que fueran enterrados en el atrio de la iglesia de Santa Marta de Tera.

Uno de los fusilados, concretamente Baltasar Carbajo Vidales, participó en la creación de la comunidad de regantes de Destriana y militó en la Sociedad de Trabajadores de la Tierra. Tenía 28 años cuando fue asesinado y ha sido reclamado por sus hijos y una hermana que todavía vive. En todos los casos, las familias de los desaparecidos han dado su conformidad para que se desentierren los restos mortales de estas personas, que se sospecha que fueron asesinadas por el bando franquista durante el inicio de la Guerra Civil.

La exhumación se produce después de que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Benavente, Tania María Chico Fernández, haya dado el visto bueno a la actuación.

La de hoy será así la primera intervención judicial en una fosa común después de que el juez Baltasar Garzón se inhibiera de la causa del franquismo en la Audiencia Nacional, y la remitiera a los juzgados territoriales en los que habían sido reclamadas exhumaciones de fosas comunes.