Un "estruendo tremendo" hizo pensar lo peor a los turistas y los vecinos que se encontraban en la localidad mallorquina de Palmanova. "Ha habido una explosión bastante fuerte, estábamos al lado y ha temblado todo; se ha caído el reloj que había en la pared, hemos salido fuera y hemos visto un coche ardiendo", relató un trabajador de una oficina cercana al lugar en el que el vehículo en el que se encontraban los dos agentes quedó reducido a chatarra.

El primer atentado con víctimas mortales en las Islas Baleares convirtió la zona de Palmanova, en el municipio de Calviá, en un lugar casi fantasma por el que tras la explosión sólo se veían y oían las sirenas de las Fuerzas de Seguridad y de los servicios sanitarios.

"Oí una explosión muy fuerte y de pronto, mucha Policía", relató un turista italiano.

La Guardia Civil y la Policía acordonaron un perímetro de dos kilómetros y recluyeron en sus hoteles a los cientos de turistas que hasta ayer disfrutaban de unas tranquilas vacaciones de playa en la zona. El temor era que se produjese una segunda explosión en el área.

Muchos veraneantes españoles y extranjeros deambulaban sorprendidos y afectados por las inmediaciones del lugar acordonado. "Tras la explosión vimos una gran columna de humo", relató otro testigo, que vio cómo varias personas trataban de reanimar en medio de la carretera a uno de los guardias civiles.

Lo que presenciaron los testigos fue la imagen del horror. Parte del cadáver del guardia civil que viajaba como copiloto salió despedido hasta un árbol por la explosión. "Lo que nos hemos encontrado ha sido dantesco, tenía los brazos y las piernas destrozadas, ha sido una desgracia terrible", sollozaba una enfermera de un centro sanitario próximo al lugar del ataque terrorista.

A 100 metros de la zona del atentado se ubicaba el Hotel Cas Saboner, repleto de turistas, "todos dentro y muy nerviosos", aunque "comprenden la situación", apuntó el director del hotel, Alejandro González, quien aseguró encontrarse "con el corazón en un puño", así como con una mezcla de rabia y de sorpresa.