La crónica del Sábado

Hasta el año que viene....

  • La última jornada en el Real finaliza con menos público de lo habitual, en parte por el elevado calor. Hoy, las atracciones seguirán abiertas para aprovechar el último tirón.

Todo tiene su fin, cantaban a principios de la década de los noventa el mítico grupo de rock andaluz ‘Medina Azahara’. En efecto, la Feria del Caballo 2017 ha llegado al final, al menos en lo que a casetas se refiere, porque hoy todavía habrá tiempo de pasarse por la zona de las atracciones y aprovechar el último tirón. Han sido ocho días de actividad intensa, y claro, el cuerpo lo nota. Por eso, muchos decidieron ayer no acudir al Real, cansados ya de tanto ajetreo, mientras otros, sobre todo los jerezanos que viven o trabajan fuera y otros tantos visitantes, aprovechaban este último arreón para disfrutar de su Feria.

El tiempo, tras la buena temperatura que tuvimos el jueves y el viernes, volvió a ser un inconveniente, pues el calor volvió a apretar y eso no ayudó. “Otra vez el Levante”, se oía a camareros de algunas de las casetas a los que ayer, por ser el último día, les tocó sudar la gota gorda.

El ambiente pues no fue el clásico de un sábado de Feria, si bien es verdad, como ya ocurrió el año pasado, el primero con cambio de fechas, que el segundo sábado ha dejado de ser aquel día grande de antaño. Se notó bastante la presencia de aficionados al toreo, muchos de ellos procedentes de distintos puntos de Andalucía para presenciar en directo la corrida del que dicen uno de los matadores de moda, el peruano Roca Rey. “Venimos a verle, es un fenómeno, pero ¿habrá todavía entradas?”, preguntaba un nutrido grupo de visitantes nada más entrar en elGonzález Hontoria.

De cualquier forma, lo más triste de la última jornada de Feria fue el paseo de caballos. Quien hemos vivido aquellos sábados en los que los jinetes y los carruajes tenían dificultades para deambular por el Real, mirar ayer el desolado panorama del Real daba pena. Apenas había caballistas, superado en alta proporción por los coches de caballos, que por desgracia, tampoco tenían el lustre de años atrás. Y eso que, como es tradición, muchos de los carruajes que participaron en la Exhibición de Enganches de Sementales se pasaron por el Real.

Fueron ellos los que le dieron algo de realce a un paseo inundado de esos coches de alquiler cuya imagen, en cuanto a equinos y presentación, deja mucho que desear. Aún así, la variedad fue escasa, sólo algunas limoneras, troncos (como el que exhibió la ganadera Ana María Bohórquez), tándem o a la cuarta, por lo general a la calesera. Ni que decir que tiene que aquellos espectaculares enganches a la larga ni asomaron. Sí que se repitió el clásico concurso, recuperado desde 2015, a caballistas y carruajes en pleno paseo principal. Encabezado por Antonio Romero Girón, ganadero y juez internacional, el Ayuntamiento valoró así no solamente al equino en sí, sino también a su presentación.

Esta vez no hubo incidencias de ningún tipo con respecto a las casetas del Real, donde el equipo de Fiestas del Ayuntamiento ha puesto especial celo y compromiso un año más en ello.

Ya por la tarde, conforme la temperatura fue menguando, el Real se llenó de gente, principalmente jóvenes, dispuestos a cerrar hasta la madrugada esta edición. Hoy, no habrá casetas pero sí atracciones, así que muchos aprovecharán para volver con los niños. Los que no, ya se sabe, hasta el año que viene....

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