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José de la Tomasa | XXIII Festival de Jerez

“Lo que está pasando hoy con el flamenco es de siquiatría”

  • El cantaor sevillano vuelve a Jerez tras años de ausencia compartiendo recital con Perico ‘El Pañero’

José de la Tomasa, posando en San Ginés.

José de la Tomasa, posando en San Ginés. / Miguel Ángel González

–¿Cuántos años sin estar por Jerez? ¿Vuelve con ganas?

–Yo ni me acuerdo de la última vez que vine. No es que sea una injusticia pero sí es verdad que me ha extrañado en los últimos años que no me llamaran de Jerez, porque yo hago los cantes de aquí y entiendo que me quieran escuchar. Si no me llaman de Soria no me importa, pero de Jerez... Hoy estoy feliz y contento por cantar en esta tierra y sólo deseo que las torres florezcan en mi mente.

–Nunca mejor dicho lo de Torre... su sangre.

–Es que yo cuando canto me acuerdo de mi escuela de Jerez que es la cúspide. Pienso que el cante de aquí es el milagro del flamenco, aunque no pasemos por el mejor momento en creatividad pero aquí se afronta este arte de una manera única. Cualquier artista quiere cantar aquí.

–¿Qué recuerda de su infancia?

–Me acuerdo de mi abuelo Pepe Torre, que tenía siete u ocho cantaores retratados y me iba contando quién era quién. Me explicaba quien era Enrique ‘El Mellizo’, Frijones, los cante que hacían cada uno de ellos... quien quiera saber de esto tiene que recurrir a los grandes creadores como los de mi gente, al igual que un músico del clásico tiene que escuchar a Johann Sebastian Bach.

–¿Considera que los de su generación son valorados como merecen?

–En absoluto. Está pasando algo que no tiene explicación, no llaman a los cantaores con más edad cuando son los que más experiencia tienen, o tenemos. Estamos en el mejor momento de voz, de sabiduría, controlando lo que hacemos... Esto parece hoy día un mercado de ‘souvenir’, como si los artistas fuéramos muñecos y te tienen que vender en los festivales. Hoy se mueve todo por la cuestión económica y se olvidan de los que hemos hecho algo en el flamenco y creo que dejamos un legado.

–Y contra eso no se puede luchar...

–Yo solo no puedo. Yo ahora cierro los ojos y me acuerdo de todos mis antepasados, sé lo que hago, pero no me permiten mostrarlo tantas veces como yo quisiera.

–Por suerte le queda la Fundación Cristina Heeren en Sevilla.

–Sí, ahí estoy yo cada semana enseñando mis conocimientos a las nuevas generaciones y me llena de alegría ver cómo hay jóvenes que cantan para comérselo, aunque luego tienen que dedicarse a otra cosa porque nadie les ayuda. Yo intento que lleguen a las peñas y que puedan desarrollar lo que han aprendido... pero no es fácil.

–Una de ellas es Lela Soto...

–Lela me tiene loquito. Hay que ver cómo canta esa niña, tiene una voz que tiene que llegar lejos.

–Además, cantando por derecho, como se suele decir...

–Yo no critico a los que hacen otras cosas porque no los considero dentro de mis asuntos. Yo hago lo que sé, canto como soy porque lo he vivido y que cada uno pues haga lo que quiera pero no me interesa.

–¿Pero hay futuro?

–Lo que está pasando hoy con el flamenco es de siquiatría. Hay jóvenes que están haciéndolo muy bien pero no tienen apoyo, el público llena los teatros con otros, no con ellos. Está Rancapino, mi hijo Gabriel, mi nieto Manuel, Pepe ‘El Boleco’, Alonso ‘El Purili’ y otros tanto que cuentan con mi confianza.

–Hoy va a estar acompañado por José Gálvez a la guitarra, ¿es la primera vez que trabajan juntos?

–Sí. No me preocupa nada porque lo he escuchado tocar en algunas ocasiones, y como persona me aporta una tranquilidad impresionante. Las cuerdas de su guitarra tienen telarañas, un sabor que no es normal.

–Y qué me dice de Perico ‘El Pañero’, el otro cantaor de la tarde...

–Tiene un cante y un baile que ya no se ve. Ese estilo de los festeros antiguos como Anzonini. Es muy buen aficionado y yo lo aprecio bastante. Él se preocupa y eso se nota.

–Ha mencionado a su nieto Manuel, ¿no le preocupa que quiera ser artista?

–Este niño en vez de estar con los ordenadores y la informática me pregunta si los cantes de Paco La Luz son ligados... yo a él le digo que lo importante es emocionarse y que al que te escucha, le provoques algo. No debe preocuparse de si llegará o no, lo que sí está claro es que no va a conseguir ser millonario cantando flamenco pero al menos puede llegar a encontrar la felicidad, que no es poco.

–¿Y a qué cantaor le dice usted que escuche para aprender?

–Hay que escuchar a muchos, sobre todo a Juanito Mojama, que no se le ha hecho justicia. Cantaba por seguiriya como si tuviera azúcar en la boca.

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