Pasarela

Daria Werbowy: la 'anti-modelo'

  • Una mirada felina, magnética y azul de ojos rasgados y un físico atlético espectacular la han llevado a lo más alto de las pasarelas y a ser la imagen de la firma de belleza francesa Lancôme.

La revista de moda Vogue la definió en la edición española del mes de julio como una "modelo de leyenda". Una diosa de la moda que destaca por una mirada intensa, con cierto aire melancólico y misterioso. Quizás sea todo lo que es capaz de transmitir a través de sus ojos azules lo que ha hecho que Daria Werbowy se haya convertido en una de las grandes modelos del momento y que coseche una carrera llena de éxitos.

Sus orígenes se remontan a Ucrania, de donde son sus padres, aunque ella nació en Polonia hace veintinueve años. Cuando tenía tres, su familia decidió emigrar a Canadá, algo que cambió su destino para siempre.

Daria nunca se planteó el ser modelo, pero encontró la Toronto's Susan J. Model & Talent Management. Con catorce años, Werbowy era muy alta y delgada, por lo que decidió probar suerte y terminó ganando un concurso de belleza nacional.

Con la agencia firmó su primer contrato profesional, pero no se dedicó a ello a tiempo completo hasta que no tuvo dieciocho años y su diploma de graduación en las manos, porque si algo ha caracterizado a lo largo de su vida a Daria es la creencia de que tiene que tener más cosas en su día a día además del hecho de ser modelo.

A pesar de que comenzó a trabajar a una edad muy temprana, el éxito no le llegó de inmediato. De hecho, en el año 2001 dio el salto a la ciudad de Nueva York para desfilar en su semana de la moda, pero los atentados del 11 de septiembre obligaron a cancelar todos los desfiles y la oportunidad de Werbowy.

Tras el revés, probó suerte en Europa pero tras un puñado de castings estaba desencantada, a punto de tirar la toalla y dedicarse a estudiar Arte. Sin embargo, su camino se cruzó con el del fotógrafo Steven Meisel y surgió la magia: la escogió para protagonizar la campaña de Prada del 2003, siendo ésta la primera de las tres consecutivas que firmó para la marca.

Desde entonces, empezó a ser reconocida y el hecho de que protagonizase el número de septiembre de la edición americana de Vogue (el más importante de la temporada) del 2004, nombrándola una de "las modelos del momento" y que la revista W dijese que era la "nueva it girl de moda", confirmaron lo que ya se veía venir: Daria iba a dar mucho de qué hablar.

En el 2005 ya había ganado un anillo de bronce por ser la modelo que más desfiles había abierto y cerrado en las semanas de la moda y ese mismo año se convirtió en la imagen de la firma Lancôme, lo que supuso un importante hito en su carrera. Además, también apareció en la campaña de Chanel fotografiada por el mismísimo Karl Lagerfeld.

A pesar de su éxito, Daria cree que es 'la anti-modelo': "cuanto más ejerzo de modelo, más me doy cuenta de que no lo soy. Sufres muchas emociones, la gente se involucra mucho en el trabajo y hay demasiada presión y momentos de soledad. Es fundamental tener otras cosas en la vida, otros intereses". Y es por eso que en el 2007 Werbowy se tomó un año sabático para navegar junto a su familia.

Mente inquieta y deportista nata, sus aficiones han contribuido a moldear la atlética figura que tanto la ha ayudado en su profesión. Pero lo interesante es su actitud, su espíritu libre y artístico. Profunda, aventurera e inteligente. Una modelo sobrenatural.

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