Algodón de primera, políticas de cuarta

La propuesta de reforma de la PAC, que deja la producción en manos de especuladores, es una amenaza real para el cultivo y tira por tierra las posibilidades de recuperación del sector tras el inicio de una buena campaña

Algodón de primera, políticas de cuarta

13 de octubre 2011 - 01:00

La cara y la cruz. Una buena cosecha de algodón y muy malas noticias desde Bruselas. Los agricultores de la provincia demuestran su profesionalidad cosechando un algodón de calidad y competitivo, pero la propuesta de reforma de la Política Agraria Comunitaria -PAC-, presentada ayer por la Comisión Europea, pone en peligro el modelo social de agricultura, el tejido productivo y la seguridad alimentaria de Europa, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG-Cádiz).

La campaña del algodón ha empezado con muy buen pie en Jerez y las principales localidades tradicionalmente algodoneras de la provincia de Cádiz -Campiña de Jerez, Costa Noroeste y Sierra- donde se han sembrado 13.600 hectáreas y se estima una producción para esta campaña de casi 30.000 toneladas.

Este cultivo, clave en la economía de las zonas enmarcadas en el entorno del Guadalquivir y el Guadalete -de hecho genera cerca de un millón de jornales en los campos de Sevilla y Cádiz-, presenta esta campaña una calidad excepcional y un aumento considerable de producción, que rondará las 171.000 toneladas frente a las 128.000 de la campaña pasada.

Con estos datos, los algodoneros han dejado constancia de su buen hacer y han cumplido su tarea con nota de sobresaliente, a lo que hay que sumar el esfuerzo que han realizado para invertir y modernizarse, buscando y consiguiendo que el sector del algodón en Andalucía pueda mantenerse vivo.

En este sentido, COAG Cádiz hace hincapié en la labor llevada a cabo para implicar a las administraciones en el proceso de recuperación del cultivo, ya que como ha señalado el secretario provincial de esta organización, Miguel Pérez, "ha sido importante el trabajo conjunto de los algodoneros con las administraciones para que fuera posible aplicar algunos productos (defoliantes), que posibilitan un importante incremento de la calidad".

El algodón, por tanto, empezaba a ver la luz en esta campaña. Es más, ha ilusionado al sector con una puerta abierta a la recuperación, también motivado por la hasta hoy favorable situación de los mercados internacionales, ya que al reducirse las estimaciones de producción en distintos países, se espera un incremento del precio de la fibra. Pero la situación pide cautela, ya que los malos datos sobre la recuperación económica apuntan, asimismo, a una reducción de la demanda y, por tanto, de la actividad industrial y del precio. "Además, la situación del euro respecto al dólar, moneda en la que se realizan las transacciones internacionales, nos coloca en una posición de mayor vulnerabilidad", explica Miguel Pérez.

"Según los datos que barajamos de esta semana -añade-, en el mercado de futuros de Nueva York se cerró la libra de fibra a 103,50 centavos de dólar. Este precio se traduce para nuestros algodoneros en aproximadamente 0,60 euros por kilo de algodón bruto, que son precios aceptables y similares a los de la pasada campaña".

Pero el optimismo que reinaba en el sector se ha venido abajo tras conocer el contenido de la nueva reforma de la PAC, que es calificado por COAG como un ataque frontal al modelo productivo y profesional, "que perjudica especialmente a aquellos sectores que producen y generan empleo, y que han hecho notables esfuerzos en inversiones y modernización", comenta el responsable provincial de la organización.

En el caso del algodón, se da además la circunstancia de que se concentra en una zona especialmente castigada por varias reformas estructurales, como la propia del algodón (que ha supuesto una reducción del 25% de la superficie y de casi el 60% de la producción, y pasar de 27 a 7 desmotadoras) o la del azúcar (que provocó una pérdida de un 60% de la producción); una zona sin alternativas de cultivo (por las especificidades del suelo), en la que este sector tiene una importancia estratégica.

Desde COAG Cádiz se ve con especial preocupación la situación en la que pueden quedar los regantes del Guadalcacín, ya que las consecuencias que esta reforma va a tener en esta zona pueden ser devastadoras. Miguel Pérez comenta al respecto que "los comuneros no van a poder afrontar el pago del agua y la amortización de la deuda que tienen pendiente tras las obras de modernización, si desde Bruselas se suspenden las ayudas".

Además, insiste en que "va a ser imposible producir algodón con los mismos precios y con el imparable aumento de los costes, ya que las políticas agrarias anunciadas suponen una vuelta de tuerca más a la liberalización y un trasvase de rentas de las tierras generadoras de riqueza hacia las grandes superficies improductivas".

Desde COAG se considera que es primordial mantener los apoyos públicos a la actividad productiva, "porque sólo la rentabilidad del cultivo permite garantizar su futuro y el de todo el tejido socioeconómico vinculado a él", dice Miguel Pérez, quien añade que desde su organización no se va a permitir que se produzca un cambio en el sistema de reparto de las ayudas, en el que Andalucía y la provincia serían las grandes perjudicadas.

"El modelo más sostenible y verde de agricultura pasa por mantener en nuestros campos a los agricultores y ganaderos profesionales, que generan empleo, gestionan el 80% del territorio, preservan el paisaje y mantienen vivo el medio rural. Sin embargo la UE, sorprendentemente, 'tiñe de verde' la PAC priorizando la superficie y no la producción, obviando que sin cultivar, la tierra es un desierto de arena", ha apuntado Miguel Pérez.

COAG propone un pago directo al activo agrario, siempre condicionado al cumplimiento de compromisos de actividad productiva, empleo, sostenibilidad medioambiental, condiciones socio-laborales, de calidad y seguridad alimentaria.

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