Alimentos 'en peligro de extinción' de la campiña vuelven a la mesa
El Grupo de Desarrollo Rural de Jerez ofrece una degustación de productos tradicionales recuperados gracias a los proyectos e iniciativas que desarrolla
El tomate de viña o de cuelga, característico del Marco de Jerez, es uno de los alimentos en 'peligro de extinción' que se ha logrado recuperar gracias a las actuaciones desarrolladas por el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) de la Campiña de Jerez en el marco de la acciones conjuntas 'Tierra culta' y 'Mercado rural de Andalucía', dirigidos a la conservación y promoción de la cultura alimentaria de las distintas zonas rurales.
Como colofón al esfuerzo de productores de la zona que han participado en esta iniciativa, el GDR de la campiña de Jerez celebró ayer un acto de convivencia agroalimentaria en la que se pudieron degustar alimentos 'en peligro de extinción', como el ajo campero elaborado con el tomate de viña, y otros surgidos de la combinación entre la tradición artesanal y la innovación.
Es el caso del 'arrope' o reducción de mosto que elaboran las cooperativas vitivinícolas de Aecovi, y que sirvió ayer de acompañamiento a los quesos ecológicos, o de 'Hidromiel', una bebida fermentada elaborada a base de miel y agua que está empezando a producir la cooperativa Campo de la Miel del Rancho Cortesano, probablemente, según explicó la presidenta del GDR jerezano, María del Carmen Martínez, precursora de la cerveza y cuyos orígenes se remontan antes del vino.
La sopa de tomate, igualmente con el cultivo de viña o cuelga como principal ingrediente, y las chacinas tradicionales, regadas con vinos ecológicos y del Marco, completaron la nómina de productos artesanales y característicos de la campiña que se pudieron degustar ayer en el acto organizado por el Grupo de Desarrollo Rural, coordinador del proyecto 'Mercadorural', y al que también asistieron representantes del GDR Serranía de Ronda en calidad de coordinadores de 'Tierra culta'.
El acto también sirvió para reconocer el esfuerzo y colaboración en esta última iniciativa de productores y hosteleros de la zona, a los que la presidenta del GDR jerezano hizo entrega de las placas 'Tierra culta', que recibieron Antonio Palacios, presidente de Aecovi, por ; Antonio Guerra y Domingo Puerta, agricultor del pago Carrascal por el mantenimiento del tomate de cuelga; Domingo Puerta, propietario del mosto Domi por su apuesta por este cultivo de secano como principal ingrediente del tradicional ajo campero; José Manuel García, de la cooperativa apícola Campo de la Miel Rancho del Cortesano por la innovación y diversificación en la elaboración de Hidromiel; y Juan de Dios Heredia, cocinero del restaurante Sabores del hotel Chancillería, en el que los productos tradicionales y la cocina de diseño y autor se dan la mano.
Junto a ellos, Martínez hizo entrega de otra placa a Juan Vidal, hortelano tradicional de Torrecera, por toda una vida dedicada a mantener las variedades locales y por su importante labor como agricultor consejero del GDR Campiña de Jerez.
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