El Ayuntamiento de Jerez continúa sin tener un presupuesto actualizado. Y, por ahora, el gobierno municipal no tiene intención de presentar a corto plazo un borrador para su tramitación, a pesar de contar con la mayoría suficiente para sacarlo adelante, al menos en la parte competente de la entidad local. De este modo, el Consistorio continúa operando con el que elaboró el anterior ejecutivo socialista, que entró en vigor a finales de octubre de 2022.

Fueron varios los factores que motivaron que en el pasado ejercicio no se elaborase el presupuesto. Para empezar, desde 2018, el Ayuntamiento tiene la ‘costumbre’ de aprobarlos cada dos años. El retraso en su presentación, así como la obligación de que el Ministerio de Hacienda lo avale, motivó que los presupuestos de 2018, 2020 y 2022 entraran en vigor ya bien entrados en sus respectivos ejercicios, con la consecuencia de que el anterior gobierno optase por no presentar unos nuevos en 2019, 2021 y 2023 prorrogando así el del año anterior.

A ello se une que los años de elecciones municipales son poco propicios para aprobar un presupuesto. Esto ya ocurrió en 2015, 2019 y 2023. Sí lo hicieron a los años siguientes: el presupuesto de 2016 no entró en vigor hasta un día antes de que acabara el año y el de 2020, con el añadido de la crisis del covid, no lo hizo hasta junio. 2024 sigue siendo una incógnita a día de hoy.

También fue determinante que en abril del año pasado se decidiera que el Ayuntamiento se acogiera a una nueva refinanciación del grueso de su deuda y, por ende, una reducción de los costes financieros, un acuerdo que no se cerró hasta noviembre. Esta circunstancia provocó que cualquier previsión de gastos sin tener claro el importe financiero que había que afrontar la hacía prácticamente inviable, más si cabe cuando el Consistorio no tenía capacidad para devolver las amortizaciones comprometidas salvo si hacía un recorte sustancial en su presupuesto.

Actualmente hay un acuerdo con Hacienda que ha permitido reducir la carga financiera anual que tiene que soportar. Pero el gobierno municipal considera que es insuficiente ya que el importe comprometido sigue siendo demasiado elevado. Según el nuevo plan de ajuste, este año el Consistorio tendrá que abonar unos 28 millones de euros en concepto de amortizaciones e intereses de préstamos, mientras que el año pasado este importe ascendió a unos 16 millones. El problema no es otro que encajar esos 28 millones en una previsión contable que tiene unos gastos totales de unos 224 millones.

Cada vez que se la ha preguntado a la alcaldesa, María José García-Pelayo, sobre este asunto ha insistido en lo mismo: quiere volver a negociar con Hacienda una reducción de los costes financieros porque considera que el último acuerdo —aunque en alguna que otra ocasión el ejecutivo ha hablado de “imposición”— es insuficiente. De hecho, la regidora apuntó en una entrevista en Radio Jerez el pasado martes que no hará un presupuesto hasta no tener “un escenario despejado” respecto a la deuda, por lo que reclamó una nueva reunión con la administración central para abordar este asunto. Por ahora hay margen de tiempo puesto que el grueso de las obligaciones deberá abonarse en diciembre.

Una deuda ya refinanciada

En abril del pasado año, el Ayuntamiento de Jerez solicitó acogerse a una refinanciación de la mayor parte de su deuda financiera —la herramienta fue denominada por el Ministerio de Hacienda como ‘Compromiso con determinados ayuntamientos con préstamos formalizados con el fondo de financiación a entidades locales que garantice su sostenibilidad financiera’— y en noviembre se cerró la operación. En ella se establece que para este año deberá reservar unos 28,1 millones para pagar préstamos, en 2025, 25,7 millones; en 2026, 27,5 millones; y en 2027, 29,9 millones —la proyección de gastos se extiende hasta 2050, año en el que, teóricamente, el Consistorio liquidará todo su pasivo—.

En este contexto, el Ayuntamiento trabaja con la previsión de ingresos y gastos de 2022 que da cobertura crediticia para su funcionamiento normal, aunque con algunos ajustes ya que se suelen incorporar o eliminar aquellas partidas con financiación exclusiva de ese año. De hecho, y según se exponen en los informes de la Intervención Municipal sobre la prórroga presupuestaria, en este momento hay crédito suficiente para dar cobertura a los servicios. Ahora bien, en caso de que se agote, se puede recurrir a las modificaciones presupuestarias, tal y como se hizo hace poco más de dos meses para poder pagar la nómina de diciembre de la plantilla municipal, aunque para ello es necesario dar de baja otros gastos que aún no se hayan realizado.

Sin embargo, en los informes de Intervención y de la Delegación de Economía se advierte de que no hay crédito suficiente para atender todo el pago de la deuda. Así, en las previsiones de 2022, hay unos 15,9 millones reservados para amortizaciones e intereses y podría haber, incluso, en torno a un millón extra de los ajustes del presupuesto de 2023. Pero las obligaciones ascienden a 28,1 millones, según el plan de ajuste, por lo que hay dos alternativas: o se aprueba un presupuesto con esa reserva de dinero o se hacen modificaciones presupuestarias hasta cubrir la cuantía. Por el momento, el gobierno municipal del PP ha optado por una tercera vía: pedir a Hacienda una nueva refinanciación cuando la vigente está recién estrenada.

Problemas de tesorería a final de año

Según el plan de tesorería de este año, la cobertura de estos pagos podría generar un problema de tesorería a final de año fundamentalmente, dado que es cuando hay que abonar el grueso de las amortizaciones e intereses (unos 17,3 millones de euros aproximadamente). Por este motivo, en ese documento se apunta la necesidad de advertir de esta circunstancia al Ministerio para que reconsidere esta medida y dé un respiro a la tesorería.

Así, mientras no haya presupuesto, los pagos mensuales de deuda se seguirán cubriendo con las reservas de crédito del presupuesto vigente (en este mes de febrero debe abonar unos 1,9 millones y en marzo, 2,3 millones, según el plan de tesorería de este ejercicio). Una vez se agoten estas partidas, pasarán al apartado de las ‘facturas en el cajón’, la denominación política de los pagos no presupuestados, algo que ya se hizo a finales del año pasado con unos nueve millones de euros que se destinaron al pago de amortizaciones e intereses de préstamos.

Por el momento, no ha trascendido si el Ministerio ya trabaja en el diseño de una nueva medida de rescate o si está dispuesto a abrir una nueva negociación con Jerez. En la última reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos celebrada la pasada semana, el órgano interministerial que adopta este tipo de decisiones, se abordó únicamente las características que tendrán los préstamos que ayuntamientos como Jerez recibirá este año para poder hacer frente un año más a buena parte de su deuda.