Carta del Cartero Real

ESTIMADOS ciudadanos y ciudadanas de Jerez: Me he permitido la confianza de dirigirme a todos vosotros y vosotras en mi condición de Cartero Real de esta noble ciudad.

En mi zurrón, además de llevar las miles de cartas peticionarias de los más diversos regalos y juguetes que con tanta ilusión me están haciendo llegar los niños y niñas de Jerez, este año quiero transmitirle a sus Majestades los Reyes de Oriente el agradecimiento de todas las personas mayores de nuestra ciudad, que se han visto agraciadas en mi persona por esta orgullosa distinción, de la que no soy merecedor, pero de la que estoy enormemente feliz.

Soy consciente que mi nombramiento es el reconocimiento a todas las personas mayores de Jerez por su dedicación, esfuerzo y trabajo en seguir construyendo una ciudad más justa y solidaria. Es por ello, por lo que quiero agradecer que se hayan acordado de los mayores para que en fechas tan señaladas tengamos también nuestro huequecito y podamos participar tan activamente como lo hacemos durante todos los días del año.

Los mayores que durante tanto tiempo hemos dado lo mejor de nosotros mismos, queremos seguir siendo activos y colaborar en el engrandecimiento de nuestra ciudad, aún más si cabe, en estos tiempos difíciles para todos y todas. Algunas personas no entienden que solo desde la suma de voluntades vamos a ser capaces de salir de la situación en la que nos encontramos, estando absolutamente seguro de que así va a ser.

Los jerezanos y jerezanas debemos ser conscientes que no avanzaremos más por ser más beligerantes y utilizar actos públicos para nuestras reivindicaciones, donde hay una amplia presencia de niños y niñas ilusionados con estos días y no entienden comportamientos que pueden comportar situaciones violentas.

Es mi deseo y así lo haré llegar a sus Majestades, que todas y cada una de las peticiones, tanto de grandes como pequeños, sean atendidas en la medida de sus posibilidades, rogándoles encarecidamente tengan a bien satisfacer a nuestra querida ciudad de Jerez de expectativas que colmen nuestro presente y sobre todo, construyan nuestro futuro.