El programa municipal de atención socioeducativa con menores en riesgo social (Sadij) ha iniciado su actividad en la zona centro con la puesta en marcha de acciones grupales directas con menores y de un proyecto de inserción social en tres aulas habilitadas en la Casa de las Mujeres de la calle Liebre. Estos menores, quince en el programa de actividades grupales y catorce en el programa de inserción social, han sido integrados en el Sadij tras ser valorados por los equipos de primera atención, de intervención y de tratamiento de los servicios sociales municipales del centro cívico centro de la Merced.

La atención a los menores de la zona centro ha sido posible, en primer lugar, gracias a que el gobierno municipal de María José García-Pelayo adjudicó el programa municipal de atención socioeducativa con menores en riesgo social (Sadij) a la UTE de empresas Servidepend y Residencial de Cataluña 2, con un pliego de condiciones donde además del aumento de las actuaciones, programas y actividades se pedía la ampliación de la zona de actuación, hasta entonces circunscrita a las zonas norte y sur.

Los nuevos y recientes análisis sociales realizados por la delegación de Bienestar Social, Igualdad y Salud detectaron problemas de riesgo social en la población de menores de la zona centro. Para llevar adelante el programa, la nueva empresa adjudicataria del servicio (como también recoge el pliego de condiciones) solicitó al Ayuntamiento la habilitación de aulas. El pasado 23 marzo, la Junta de Gobierno Local acordó habilitar varias salas de la Casa de las Mujeres para su uso como aulas del Sadij.

El Sadij ofrece a las familias usuarias de los servicios sociales comunitarios un recurso socioeducativo para menores de entre 5 y 17 años de edad, en horario extraescolar. Con este recurso socioeducativo se persigue que los menores adquieran las habilidades sociales y destrezas relacionales suficientes para superar las diferentes situaciones de dificultad social en las que puedan encontrarse los menores o sus familias. Este trabajo educativo se lleva a cabo en grupos de iguales, atendiendo a su proceso psicoevolutivo.

Para ello se utiliza la pedagogía del ocio y de la educación en el tiempo libre, las metodologías de la animación sociocultural, las técnicas de dinámica de grupos y actividades lúdicas: tipo taller, deportivas y de aire libre. Paralelamente, al tratarse de un recurso de la red de servicios sociales comunitarios del Ayuntamiento de Jerez, esta actuación facilita la observación y detección precoz de situaciones de riesgo en menores, de forma que puedan elaborarse las intervenciones preventivas necesarias desde los equipos de trabajo social.

En caso concreto de la zona centro, se intervine con los menores en dos programas socioeducativos: un primero de actividades grupales y un segundo de inserción social. El programa de actividades grupales está dirigido a menores de entre 5 y 11 años y su objetivo primordial es favorecer el ajuste afectivo personal y la socialización de los niños y adolescentes.

En estas actividades grupales se potencian el autoconcepto, la autoestima y la autoeficacia, su motivación intrínseca, su control emocional y de la ansiedad. Los educadores fomentan entre los menores la comunicación, el conocimiento de sí mismos (y de los demás), la comprensión, la empatía y demás afectos; así como la cooperación con los demás a la hora de obrar y relacionarse, de modo que se preparen para superar los problemas que la vida nos plantea cada día a las personas, tanto en la escuela como en la familia, en el grupo de amigos y en la sociedad en general, cada vez más compleja y multicultural.

Con el programa de inserción social se quiere concienciar al menor (de entre 11 y 17 años de edad) de sus recursos personales, destrezas y habilidades para una adecuada inclusión social. Se busca en este menor una motivación hacia una formación adecuada para una correcta inserción social. Por ello el programa desarrolla las habilidades cognitivas, emocionales y de comportamiento para favorecer el desarrollo personal y social. Se dota al menor de habilidades y estrategias de las que carece y se le facilita una adecuada adaptación a su desarrollo personal y social. Todo ello con el propósito de conseguir una mejora del menor en el acceso a los distintos recursos sociales, educativos y laborales, promoviendo la progresiva autonomía del menor.