Cirjesa busca ser rentable

Cirjesa, la sociedad pública que gestiona el circuito, tiene la obligación legal de hacer rentables unas instalaciones con un potencial y un impacto socioeconómico indiscutibles para Jerez y su entorno. El kilómetro cero de esta etapa se fijó un 1 de junio de 2012 cuando la mercantil asumió la explotación directa del trazado tras años en manos de unas empresas vinculadas a Dorna, la firma que explota el Mundial de Motociclismo.

En aquel momento, la situación era poco esperanzadora. La mercantil participada por el Ayuntamiento y la Junta se encontraba en concurso de acreedores y con una deuda de más de 47 millones de euros. La firma salió del proceso dos años después con el Ayuntamiento, su principal accionista, asumiendo más de 22 millones de euros de débitos (los que se tenían con la constructora que remodeló el trazado a mediados de la pasada década). A cambio, el Consistorio tendría que ampliar su participación en el trazado, un trámite que no ha realizado aún escudándose en unas dudas legales que, entre otras causas, ha propiciado la dimisión del anterior director, Juan Baquero.

A día de hoy, y a falta de que el gobierno local dé el visto bueno a las cuentas de 2014 (las de 2015 ni se han elaborado aún), el trazado tiene en libros una deuda que ronda los 7,3 millones -unos cuatro millones con Catalunya Caixa y unos tres millones con acreedores-.

Uno de los objetivos que se marcó el anterior gobierno fue incrementar el número de pruebas a disputar para, de este modo, subir la facturación del trazado y lograr así el equilibrio en las cuentas. De este modo, si en 2013 se contabilizó 2,9 millones de volumen de negocio en 2014 se pasó a 3,3 millones; en cambio, en ambos ejercicios, el resultado de explotación (la magnitud que establece la rentabilidad de la actividad de la empresa) arrojó números rojos, aunque 2013 se pudo cerrar el global en positivo puesto que se descontaron las reducciones de deuda (quitas) del convenio para que la sociedad saliera del concurso de acreedores.

Sin embargo, en ambos años se achacó el negativo en los números a una prueba, la de Superbikes, que sigue sin ser rentable económicamente (los ingresos por entradas no llegan a los 200.000 euros). De hecho en las cuentas elaboradas por la sociedad se advierte que, "si no se obtienen ayudas públicas", habría que pensarse seriamente en descartar esta prueba. Sin embargo, esta ya se encuentra incluida en el calendario de este año tras el acuerdo de renovación suscrito por la Junta y el Ayuntamiento con Dorna para que Jerez siga albergando el mundial de Moto GP hasta 2018. El organismo autonómico pagará unos 11,6 millones por el mantenimiento de esta prueba en el circuito jerezano mientras que el Ayuntamiento, a través de Cirjesa, abonará otra parte cuya cuantía no ha querido hacer pública alegando extrañamente un acuerdo de confidencialidad.

A lo largo de 2014, según las cuentas que están pendientes de ser aprobadas por el consejo de administración, el trazado logró incrementar tanto los ingresos de venta de entradas como por arrendamientos de las instalaciones respecto a 2013 . No obstante, su resultado operativo fue negativo (34.000 euros en 2013 y 814.000 euros en 2014), de ahí que esté obligado a aprobar un plan de reequilibrio financiero para evitar que la sociedad tenga que disolverse.

Además de una contención del gasto, se marcó la Capitalidad Mundial del Motociclismo como la actividad para generar los ingresos necesarios que equilibraran las cuentas mediante las aportaciones que harían empresas privadas mediante patrocinios. Sin embargo, las reticencias iniciales del actual gobierno local a este proyecto retrasó, en algunos casos, o propició la pérdida, en otros, de acuerdos con empresas que estaban prácticamente cerrados. Eso sí, días atrás, la alcaldesa, Mamen Sánchez, aseguró que el circuito cerrará 2015 con números negros gracias a algunos patrocinios rubricados en las últimas semanas. Cirjesa mantiene así el proyecto de la Capitalidad, cuyos beneficios fiscales estarán vigentes hasta 2017.