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Coronavirus en Jerez

“Hemos adoptado medidas para que donar sea igual o más seguro que ir a comprar”

  • Aunque el Centro de Transfusión Sanguínea mantiene su funcionamiento, la actividad también se ha resentido por el estado de alarma

Entrada esta semana al Centro Regional de Transfusión Sanguínea, que tiene su sede en el hospital de Jerez.

Entrada esta semana al Centro Regional de Transfusión Sanguínea, que tiene su sede en el hospital de Jerez. / PASCUAL

Los hospitales han reducido de forma drástica la actividad quirúrgica para concentrar todos los esfuerzos en la lucha contra el coronavirus, pero pese a lo que pudiera pensarse la donación de sangre es ahora igual o más necesaria que nunca. El Centro de Transfusión, Tejidos y Células de la provincia, que tiene su sede en el hospital de Jerez, mantiene abiertos sus puntos fijos de donación y también las colectas, aunque se ha visto obligado a reducir su número. Inevitablemente su actividad se ha resentido con la crisis sanitaria y el estado de alarma, pero se trabaja, ahora con más dificultades si cabe, para que la sangre no llegue a faltar.

El responsable de promoción y donación del centro, Miguel Ángel Barbero, asegura que se han adoptado todas las medidas que exigen las autoridades sanitarias para que la donación de sangre siga siendo segura, "tanto las medidas que ya se venían aplicando, como las extraordinarias por el coronavirus". Explica, en este sentido, que "nosotros tenemos que mirar por los donantes, y por el personal, en este caso por un doble motivo, primero por ellos como personas y luego como profesionales, porque si no adoptamos medidas, nos podemos encontrar en un momento dado con todos nuestros equipos en cuarentena de 14 días".

Por esta razón se han creado equipos fijos formados por un médico, dos enfermeros y un celador, de forma que si uno de ellos se pone enfermo y sus compañeros tienen que guardar la cuarentena, el resto, que no ha estado en contacto con dicho equipo, puede seguir trabajando.

Además de los puntos fijos de donación, diariamente se programan en la provincia dos colectas, en lugar de las tres habituales. El contacto con la Guardia Civil o las policías locales de cada localidad es constante para comunicarles dónde se van a realizar. El problema, según indica Barbero, es encontrar espacios, dado que prácticamente todas las instalaciones públicas están cerradas por el estado de alarma. "Hay algunos sitios que nos abren o bien son privados. En Málaga, por ejemplo, el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con el centro regional para ofrecer sus espacios porque ahora no tienen ninguna actividad, ni de exposiciones o talleres, pero cada ayuntamiento interpreta de una manera el decreto del estado de alarma y algunos lo llevan más a rajatabla. En todo caso a todos les tenemos que agradecer igualmente su colaboración durante todo el año y estamos seguros que seguirán colaborando”.

Dadas las circunstancias el Centro de Transfusión no ha hecho un llamamiento masivo a la población para que done sangre y está enviando sms a los donantes habituales, aquellos que han donado en los últimos tres años, para que llamen a un número de teléfono, que no es el habitual del centro y citarles a una hora y día determinados con el fin de evitar que se concentre un número alto de donantes en el mismo espacio. Durante la llamada se les hace ya un cuestionario sobre viajes al extranjero, contacto con algún paciente contagiado por coronavirus o si él mismo ha sido positivo.

El objetivo, según comenta Barbero, es que los que salgan a la calle para donar “sean personas que sepamos con un 99% de probabilidades que van a poder hacerlo, aunque luego puede ser que antes de la donación, durante la entrevista con el médico, se descubra algo que había olvidado decir y que impide la donación. Pero que éstos sean los mínimos”.

Tanto en los puntos fijos como en los espacios de las colectas se adoptan medidas: distancias de seguridad, se intenta que los donantes esperen fuera y una vez que pasan dentro se lavan las manos con una solución hidroalcóholica y las camillas se distancian también para mantener las medidas de seguridad. "Hemos tomado todas las medidas para que ir a donar sangre sea tan seguro o más que ir a comprar al supermercado", recalca.

No obstante, Barbero admite que las donaciones han bajado en algunos casos hasta un 50%, una situación que sólo es sostenible por el descenso que también han sufrido las transfusiones debido a la paralización de la cirugía programada. No por ello, las actuales circunstancias dejan de ser preocupantes, ni mucho menos puede bajarse la guardia, más cuando hay componentes sanguíneos como las plaquetas que tienen una caducidad de cinco días. Además - sostiene este responsable del centro de transfusión- las previsiones “no son buenas”. “Las necesidades se van a mantener estancas ahora mismo, hasta que termine el periodo de aislamiento, pero, como en cualquier pandemia, tendremos cada vez menos donantes porque muchos de ellos también caerán enfermos o se quedarán cuidando a otros contagiados. No sabemos si dentro de unas semanas vamos a tener unidades móviles o donantes. Por eso tenemos que ir al máximo, hay que coger carrerilla para subir la cuesta, de la que no vemos aún el final. Si estamos bien cubiertos y las reservas están bien, podremos sobrellevar mejor lo que pueda venir que si estamos justos".

Agrega que el centro tiene que ir anticipándose a la posible llegada de acontecimientos aún más negativos. "Por eso necesitamos seguir contando con nuestros donantes".

Por otro lado, en el momento en que se normalice tarde o temprano la situación, los quirófanos volverán a trabajar al 100% para recuperar la cirugía que ha quedado pendiente. "En definitiva, en cualquier caso vamos a necesitar mucha sangre", concluye Barbero.

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