Sucesos

Once heridos al frenar en seco el autobús en el que viajaban

  • La pericia del conductor, sobre el que se desprendió una trampilla, evitó la colisión con otros vehículos y que el bus invadiera la acera.   

La trampilla del sistema electrónico que se desprendió y golpeó al conductor.

La trampilla del sistema electrónico que se desprendió y golpeó al conductor.

En un principio se pensó en que el accidente podía ser grave, pero todo quedó en un susto mayúsculo y en magulladuras gracias a la pericia del conductor, que pese a recibir el impacto de una pesada trampilla que se desprendió sobre su cabeza logró detener el autobús del servicio de transporte urbano sin colisionar con otros vehículos y sin invadir la acera.

El giro inesperado y el posterior frenazo en seco en la maniobra que acertó a realizar el conductor tras recibir el impacto de la compuerta hizo que varios pasajeros salieran despedidos, pero los once afectados resultaron heridos leves sin que como explicó el delegado de Movilidad, José Antonio Díaz, haya que lamentar que la cosa fuera a mayores.

La trampilla abatible del sistema electrónico se desprendió y golpeó al conductor en la cabeza

La Policía Local se puso en un primer instante en lo peor tras ser alertada del desprendimiento de parte del techo de un autobús sobre su conductor, accidente que según la llamada de aviso recibida en la Jefatura del 092 habría ocasionado numerosos heridos. Los hechos se registraron poco antes de la una y media de la tarde cuando un autobús de la Línea 10, que cubre el Parque Eroski-Hospital, circulaba por la plaza de Las Marinas.

Los agentes policiales desplazados al lugar comprobaron que el incidente lo provocó la apertura inesperada de una trampilla abatible situada sobre el asiento del conductor, quien frenó en seco en un acto reflejo tras ser golpeado por la compuerta, que lleva adherido el sistema electrónico de telecomunicaciones del autobús, lo que aumenta ostensiblemente su peso.

Parte del pasaje salió despedido a causa de la maniobra, que se saldó con más de una decena de heridos, entre ellos el conductor del autobús, que se desplazó por sus propios medios a la mutua. Al cierre de esta edición, el conductor descansaba en su casa algo aturdido aún por lo sucedido, pero satisfecho por haber logrado controlar el vehículo, explicó el delegado de Movilidad. El SAS, por su parte, confirmó que en el hospital permanecía en observación, aunque fuera de peligro, un viajero herido en el accidente con traumatismo craneal.

Del resto de los heridos, alguno recibió asistencia en el mismo lugar de los hechos, sin que fuera necesaria la presencia del 061 ni el traslado de ninguno de los afectados, explicaron desde el 092.

La nota informativa municipal apunta que la pericia del conductor evitó un accidente de mayores consecuencias. El conductor "se ha visto obligado a dar un giro inesperado y a detener la marcha", señala la nota, en la que se indica que "el autobús estuvo en todo momento bajo su control, impidiendo que impactara con otros vehículos y que llegara a sobrepasar la acera".

El Ayuntamiento ha abierto una investigación interna para esclarecer las causas del incidente. Los primeros indicios apuntan, no obstante, a que las vibraciones constantes del vehículo en la prestación del servicio pudieran haber provocado el endurecimiento y rotura de las juntas de la trampilla con otras zonas del techo, compuestas de goma.

Del autobús accidentado se hicieron cargos técnicos del servicio municipal del transporte urbano, que tras desalojar el vehículo de viajeros procedieron a su traslado a las cocheras del polígono industrial El Portal. El delegado municipal de Movilidad y el presidente del comité de empresa confirmaron a este medio que los técnicos comprobaron en el taller que el brusco desprendimiento de la trampilla se debió a la rotura de la bisagra y el amortiguador que, como en el maletero de un coche, suaviza la caída de la compuerta.

Según Díaz, el problema es que en el modelo de autobús en el que se registró el incidente, que no es de los más viejos de la flota por otra parte, la trampilla con el sistema electrónico se ubica justamente en el techo sobre el asiento del conductor. El delegado anunció que tras lo ocurrido ayer reforzarán los mecanismos del resto de autobuses del mismo modelo, sujetos a continuas vibraciones por el adoquinado de las calles.

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