Playa para todos gracias a los trenes y a los autobuses
Ciudad
La plaza de la Estación se convierte en punto de encuentro de amigos y familias que utilizan estos medios de transporte · Los usuarios culpan a la economía de la elección
Calor, agosto y fin de semana. Parece que inevitablemente la palabra playa sea la siguiente que se viene a la cabeza en esta secuencia estival, por eso no es de extrañar la gran cantidad de personas que acuden los días festivos a la estación de Renfe y autobuses de la ciudad en busca de un medio de transporte que les lleve a la costa. Si bien es cierto que el mayor grueso de jerezanos que se decide por utilizar bus o tren son de una horquilla de edad de dieciséis a veintipocos años, cada vez son más los adultos o familias enteras que utilizan estos medio de transporte. Grupos cargados de sombrillas, sillas, neveras, grandes bolsos y ataviados con gorras y bañadores colorean los escalones y los edificios situados en la plaza de la Estación.
Es el caso, por ejemplo, de Consuelo, una jerezana de 55 años que acudía ayer a la estación de autobuses acompañada por sus dos hijas. "Somos muchos en la familia y no cabemos todos en el único coche que disponemos, por lo que nos tenemos que dividir. Aunque tal como está la cosa, económicamente conviene mucho más viajar en autobús", explicaba mientras elegía destino.
El aspecto más importante a la hora de decidir rumbo en el caso de la costa gaditana es el viento. Tras la apertura del apeadero de Valdelagrana, éste se convierte en el rumbo favorito de los viajeros. El problema es precisamente la sensibilidad de esta playa al viento, lo que provocó que ayer la mayoría de viajeros escogiera otros puntos de la costa, como explicaba a este medio Silvia Díaz, de 22 años, mientras esperaba a sus amigos en las escaleras de la estación de Renfe. "Nuestra primera opción suele ser Valdelagrana por la buena conexión, pero hoy (ayer para el lector) vamos a coger el tren hasta El Puerto y allí tomaremos un autobús para ir a la playa de La Puntilla, donde se nota menos la fuerza del levante". Mientras, otros usuarios asiduos del tren se veían obligados a cambiar de medio de transporte en busca de la costa de Rota.
Manuel y sus seis amigos jugaban a pasarse el balón en el exterior de la estación mientras esperaban unos minutos, hasta las 11:30, hora en que salía el tren. Según explicaba la pandilla mientras aguardaba, los amigos escogían el tren por un motivo meramente "económico. La verdad es que algunos de nosotros tenemos el carné de conducir, pero tal como está la gasolina y que ahora nos cuesta dinero aparcar en algunas playas de la costa, nos viene mucho mejor que nos dejen al lado de la playa y caminar un poco. Además, hoy (ayer para el lector) ha sido de los días que menos gente vamos a la playa, pero hay veces que nos juntamos hasta 10 ó 12 personas y claro, tenemos que coger varios coches, multiplicando el gasto del viaje", comentaba Silvia Orellana, una de las integrantes del grupo.
El tiempo del trayecto Jerez - Valdelagrana es de 14 minutos gracias a un horario flexible que ofrece la oportunidad de volver a la ciudad cada hora hasta las 22.43 horas. Este cuarto de hora se convierte en 50 minutos si las escogidas son algunas de las playas de la capital, con el último transporte a las 22.10 horas. En el caso de los autobuses, además de ofrecer la oportunidad de viajar a El Puerto o Cádiz, también propone otros destinos que no dejan pasar los amantes de la costa, como Rota o Algeciras. La playa de Costa Ballena, debido a que el viento de levante azota menos en la zona, se constituía ayer como el destino favorito de los jerezanos.
La oportunidad que ofrece el tren y el autobús de ir a la playa desde la ciudad también beneficia a los turistas que en esta época acuden a Jerez para pasar. Sara y Julia, dos chicas de San Sebastián, llegaban ayer por la mañana a la estación en taxi desde el hotel donde se hospedan. Tras bajar los bolsos, la sombrilla y las sillas del vehículo, las jóvenes se pusieron rumbo al edificio para comprar el billete y preguntar a los demás viajeros cuál sería el mejor destino visto el día de viento. Al final, decidieron poner rumbo a la costa de la capital. "La verdad es que aún no hemos tenido mucho tiempo de visitar la provincia, así que no nos importa lo lejos que esté, por eso hemos decidido ir a Cádiz y así aprovechar y hacer un poco de turismo una vez que nos cansemos de la arena", explicaba Julia mientras su compañera de viaje hacía cola en una de las máquinas situadas en el edificio para retirar los billetes. Unos minutos más tarde de las 11:30 horas el tren ponía rumbo a Cádiz cargado de sillas, sombrillas y ganas de disfrutar de la costa.
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