Santiago Ontañón nació el 1 de enero de 1957 y con sólo 14 años comenzó a trabajar entre zapatos. Fue Calzados Valero, en la plaza de Las Angustias, su primera 'casa' en la profesión, calzando a cuatro generaciones durante su vida tras el mostrador. 

"He tenido momentos más buenos que malos en todos estos años. Empecé porque no quería estudiar y mi padre me dijo que si no quería los libros, que me tenía que poner a trabajar. Empecé de aprendiz en Calzados Valero y aún guardo muchos recuerdos de aquella época, como los que viví con mi maestro Antonio Otero. Tengo recuerdos muy bonitos de aquellos años", declara Ontañón.

"Las cosas empezaron a ir mal en la zapatería, así que mi mujer, María José Castro, abrió en el año 2000 una zapatería, 'Calzados Santi', en el Parque Atlántico y allí me fui con ella a los meses", recuerda Ontañón. De hecho, Castro Miralles fue ‘noticia’ en noviembre de 2000 en Diario de Jerez por ser “mujer, empresaria y con más de 40 años”. “Soñaba con tener un puesto de trabajo y ya lo tengo. Me dedico al trabajo por entero y ésta es mi gran ilusión, ahora hay que seguir dando calidad y buenos precios y por supuesto, asesorando al público”, reconocía Castro hace 20 años. Y ahí sigue su tienda. 

Ontañón reconoce que el sector del calzado ha vivido momento "de muchas crisis". "Desde hace unos 10 años se implantaron las naves de calzado asiático al por mayor y ha perjudicado mucho. Pero el calzado español tiene una calidad indiscutible", remarca Santiago.

Para este empresario el éxito de que su tienda siga abierta es "no engañar a nadie y ofrecer lo máximo".