Suspendida hasta el próximo martes la huelga de Linesur

Empresa, comité y Consistorio se verán las caras el lunes a la espera de que se pueda llegar a un acuerdo que la cancele · Sin novedad en el tema del bus urbano

Pasajeras se montan en un autobús de Linesur durante la huelga que protagonizaron el pasado mes de abril.
Jorge Miró / Jerez

20 de agosto 2011 - 01:00

Se retrasa al martes la huelga de Linesur, la concesionaria del transporte que conecta Jerez con la zona rural. Ayer hubo una reunión en el Sercla entre las partes implicadas, pero no se llegó a acuerdo alguno, tan sólo se acordó que el próximo lunes, a las 13 horas, se vuelvan a ver las caras y ahí se espera que el Ayuntamiento ponga encima de la mesa una propuesta que desbloquee la huelga. Al parecer, de los tres millones que el Consistorio debe a la empresa, Linesur aceptaría 300.000 para poder hacer frente a las nóminas y la gasolina, ya que según informan desde el comité de empresa, no hay ni combustible para que los autobuses puedan ponerse en marcha.

A día de hoy, a los trabajadores de Linesur se les adeuda la mitad de la nómina de junio, la de julio y la paga extra de verano, pero si no se abona la cantidad antes mencionada, tampoco podrán cobrar la próxima nómina de agosto.

José Manuel Trillo, secretario local de Comisiones Obreras, manifestaba ayer al respecto que la del lunes "es la última oportunidad que tiene el Ayuntamiento para llegar a un acuerdo con la empresa. O se paga el lunes o, lamentándolo mucho, a partir del martes habrá huelga de manera indefinida, porque la situación es extrema".

La suspensión hasta el martes se debe a que "el Ayuntamiento ha hecho una propuesta que espera que se lleve adelante el lunes. Además, en esa reunión ya podrá estar la alcaldesa, porque hoy (por ayer) está en Madrid con la hermandad de la Candelaria por lo de la JMJ con el Papa".

Trillo, además, anuncia que de llegarse a cabo la huelga, ésta vendrá acompañada de una caravana de autobuses desde la misma estación.

En cuanto al otro conflicto del transporte público, el que atañe a Urbanos Amarillos, en la jornada de ayer finalizó la segunda semana de huelga sin que se hayan producido novedades.

Por la mañana, unas trescientas personas, entre las que se encontraban, además de los empleados y sus familiares, diferentes asociaciones vecinales, protagonizaron una manifestación por las calles del centro para protestar por la falta de acuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa concesionaria del servicio. Posteriormente, sobre las 12, la concentración se trasladó hasta las cocheras, en el polígono industrial del Portal.

Ángel Morales, portavoz del comité, lamentó ayer que tras dos semanas "no se haya llegado a ningún acuerdo" y que "sigamos en la misma situación". Morales señala que "es triste que estemos a la puerta de las instalaciones de la empresa y ésta no dé la cara, ni que sepamos nada del Ayuntamiento".

En relación a si ayer se habían producido nuevas indisposiciones de algunos conductores, como ocurrió en la jornada del jueves y que obligó a que seis autobuses tuvieran que volver a las cocheras, Morales señaló que hasta el mediodía de ayer "no tengo constancia de que se hayan repetido", pero pidió a los ciudadanos "que entiendan la situación por la que estamos pasando. Aquí hay compañeros que están al borde de perder el sentido común. Me gustaría que la gente se pusiera en el pellejo de estos compañeros a los que se les deben tres, cuatro o cinco nóminas y que tienen que pagar la luz, el agua, la hipoteca y la comida". Como se recordará, Urbanos Amarillos debe a la plantilla las últimas tres nóminas más la paga extra de verano. A todo esto se suma el dinero que aún les adeuda la anterior concesionaria del servicio, Cojetusa, por lo que la cantidad que cada trabajador ha dejado de percibir está entre los 10.000 y los 12.000 euros.

Para Ángel Morales, este problema "se veía venir desde el principio, porque la empresa está demostrando que le importa un pito Jerez". Así, señala que "desde que llegó el pasado 12 de noviembre ha demostrado que no tenía mucha intención de tocar el convenio colectivo. Además, la primera nómina la cobramos el 23 de diciembre, casi un mes después, y eso porque había amenaza de huelga. Ahí la empresa no podía alegar que el Ayuntamiento le debiera dinero, y eso que sólo tenía que pagarnos 19 días". Desde entonces, el portavoz del comité afirma que la empresa "ha incumplido en un 95% los pagos a tiempo".

El mayor problema, apunta el comité, es que Urbanos Amarillos se niega a pagar las nóminas hasta que no cobre del Ayuntamiento, pero recuerdan que la empresa no tiene obligación de percibir cantidad alguna hasta el próximo mes de mayo, que es cuando vence el primer año de la firma de la concesión.

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