La Revista Archivo Hispalense, publicación anual editada por la Diputación de Sevilla que abarca contenidos literarios, históricos y artísticos, sin más acotación que el marco geográfico del antiguo Reino de Sevilla, acoge en su último número, que acaba de ver la luz, dos colaboraciones de temática jerezana.

Bajo el título 'Música al servicio de la oligarquía de Jerez de la Frontera en el siglo XVIII. Los escenarios privados', el investigador Juan Antonio Moreno Arana analiza el uso de la música en los espacios privados de la oligarquía local de la segunda mitad del Setecientos, así como sus distintas funciones. El estudio demuestra cómo la música fue un engranaje fundamental de la puesta en escena de la fiesta pública y de otros actos protocolarios organizados por el cabildo jerezano, como fue la recepción del embajador de Marruecos en 1766. El estudio desvela una élite social jerezana melómana y acostumbrada a prácticas musicales diletantes destinadas al agasajo de sus invitados en el ámbito de sus casas y palacios. Se describe un paisaje sonoro donde los conciertos de cámara ejecutados por músicos profesionales se combinan con espectáculos de danza y con recitales de piezas vocales procedentes de la ópera italiana, recién introducida en la ciudad, protagonizados por las mujeres de la nobleza.

Por su parte, el doctor en Historia del Arte José Manuel Moreno Arana presenta en 'Una escultura de San Elías atribuible a José de Arce', una obra inédita conservada en una colección particular de Jerez y que puede ser asignada a este afamado escultor de origen flamenco. La pieza, de madera policromada y tamaño natural, fue adquirida por la actual familia propietaria en un convento carmelita de Carmona, aunque todo apunta a su procedencia sevillana, siendo probable su ubicación original en el convento de San Alberto de la capital hispalense. Sus rasgos estilísticos remiten a obras documentadas de Arce, pudiendo citarse, precisamente, el conjunto de esculturas que el artista talló para la Cartuja de nuestra ciudad y que hoy se hallan expuestas en la Catedral, como las imágenes de San Judas Tadeo o San Bruno.