El aeropuerto de Jerez recobró ayer la normalidad después de tensa jornada del viernes ante la baja médica de un tercio de la plantilla de controladores aéreos del madrileño Barajas, que provocó constantes cancelaciones y demoras y las iras, de centenares de pasajeros, atrapados en los aeródromos en días clave de vacaciones. No obstante, el ente Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) negó que los retrasos fueran por esta supuesta huelga de celo de esos profesionales y los achacó a otros problemas como la meteorología adversa, que obligó a activar los procedimientos de baja visibilidad por niebla, y los problemas por rotaciones de aeronaves y tripulaciones derivados de la jornada anterior.

Ayer operaban pocos vuelos en el aeropuerto de Jerez y, además, las aerolíneas advertían a sus clientes de la cancelación o retrasos de algunos vuelos.Aena señaló que no hubo problemas en las conexiones Jerez-Madrid.

Los problemas, sin embargo, se repetían en la T-4 de Madrid (donde operan las líneas de Iberia y sus asociadas) con casi 40 minutos de retraso en los vuelos con la consiguiente repercusión en los enlaces.

En Jerez hubo personas que esperaron casi tres horas, hasta las 23:00 horas de la noche, durante la jornada del viernes a la llegada de diferentes vuelos con la consiguiente indignación y preocupación de pasajeros y personas que los aguardaban.