¿Eres alérgico? Esto no debes hacer, según una alergóloga de Jerez

La doctora Carmen Millán avanza que la primavera trae un polen más “agresivo” y da consejos para sobrellevar los síntomas

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El fuerte viento también desempeña un papel clave en la dispersión de aeroalérgenos. / Vanesa Lobo

Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) se prevé que más de un tercio de la población mundial pueda presentar alergia respiratoria en unas décadas, constituyendo los pólenes una de las sensibilizaciones más relevantes. En el sur peninsular, los pólenes más frecuentes son los de olivo y gramíneas.

Este año se prevé que, con motivo de las temperaturas tan altas que se han registrado al inicio del año y la gran cantidad de precipitaciones que ha habido en los meses de febrero y marzo, el polen se mantenga más tiempo en el ambiente: lo que puede provocar que los síntomas de la alergia sean más persistentes.

La alergóloga Carmen Millán explica que en Jerez "es especialmente llamativo el polen que nos llega de la zona de la Sierra, concretamente el olivo. Pero tiene una serie de primos hermanos como son los jazmines, las lilas, el acebuche, que es el falso olivo, y sí se pide que en estos meses de primavera, se limiten las salidas al campo, por no decir que se anulen, y, por el contrario, lo que va muy bien es la playa".

En Jerez también están las gramíneas. "Las que tenemos aquí cultivadas son el trigo, cebada, centeno, girasol, que pueden estar plantados a nuestro alrededor, a 50-60 kilómetros, y lógicamente el polen lo lleva el viento", detalla la especialista.

Además, la tercera causa que contempla la Sociedad Española de Alergología "es el impacto del cambio climático en todas las enfermedades alérgicas, porque lógicamente las temperaturas pueden ocasionar un aumento en la producción de granos de polen y además estos granos que sean muchísimo más alergénicos. Cuando llueve, por ejemplo, como ha pasado este año, el proceso de enraizamiento de los árboles, de las plantas, de las malezas y arbustos es mucho más agresivo".

"El polen tiene una mayor agresividad que otros años, con síntomas llamativos. De hecho ya se está viendo mucha gente con síntomas en estos días. De hecho, ahora en mayo y junio, quizás en momentos de Feria, veremos broncoespasmo, es decir, gente que desarrolle patologías bronquiales", avisa la doctora. Ante este escenario, Millán aconseja que "quien tenga síntomas de alergia y no esté controlado, acuda a un alergólogo que lo valore y determine la causa. Y por lo menos esa persona se vea compensada con decirle, pues mire, a estos lugares que están cargados de polen no debe acudir. En fin, eso es la base de los tratamientos".

Las 'normas de vida'

La especialista subraya que "los tratamientos de un alergólogo, además de ver al paciente, es simplemente indicarle dónde está lo que le hace daño para que se exponga lo menos posible. De ahí las 'normas de vida'".

Algunos ejemplos de estas normas son: evitar en la medida de lo posible la exposición al polen; las ventanas de las viviendas deben permanecer cerradas; no tender ropa, ni sábanas ni toallas en el exterior; al llegar a casa, lavarse las manos y la cara, así como cambiarse de ropa; cerrar las entradas de aire en el coche; evitar salir los días de mucho viento y sol. Si es necesario salir, utilizar una mascarilla FP2; procurar siempre que el viento me dé en la nuca, nunca me dé el viento en la cara.

En cuanto a la ventilación de la casa, Millán aconseja que se realice sobre las cuatro de la tarde. Así lo explica: "La polinización empieza de madrugada, va subiendo en intensidad en horario de mañana, y sobre las 4 de la tarde no es que no haya polen, pero no lleva la misma agresividad que en las primeras horas. Y luego, cuando se enfría la atmósfera, que la gente dice, bueno ya son las 8 de la tarde, ya no se nota viento, ya no hay sol, me voy a la calle, voy a sacar el perro, voy a correr... Esas horas son criminales, porque ese polen que está arriba tiene que bajar y baja haciendo turbulencia, por eso esas horas son realmente muy malas para la gente que tiene fondos alérgicos".

Feria de Jerez y la alergia

"En la Feria el polen que predomina es del árbol que está plantado en el parque, que es el plátano de sombra, y ya polinizó. El problema es que el polen queda atrapado en otros árboles, que cuando esos árboles se mueven, lógicamente el polen cae y empiezan los síntomas. Hay gente que atribuye al albero y no, no es verdad. El polen no tiene nada que ver con el suelo", explica la doctora.

Lo que sí hay que tener más en cuenta es la alergia al epitelio del caballo. "Aquí hay mucha gente alérgica al caballo y no lo sabe. Hay que evitar en esos días el paseo de los caballos y la zona por donde están los caballos, porque lógicamente pueden desencadenar síntomas", aconseja Millán.

El tratamiento: la inmunoterapia

En principio los pólenes, la sintomatología está a final de junio, mediados de julio, depende de cómo termine siendo la primavera se mantiene el tratamiento por parte de los alergólogos. Y después está el tratamiento de fondo, que son las vacunas, "que es lo que nosotros utilizamos: la inmunoterapia. Que hoy en día son muy perfectas".

"Las vacunas que utilizamos los alergólogos suelen ser pinchadas, es mucho más fácil. Tú estás metiendo con la vacuna lo que le provoca alergia al paciente y, por tanto, se van creando anticuerpos, que para futuras exposiciones te va a 'liberar' de los síntomas. Por eso siempre se dice que la alergia es una enfermedad hereditaria, no tiene cura, pero los síntomas de la alergia sí se curan", subraya.

"Hay gente que dice 'yo no he tenido nunca alergia y ahora tengo alergia'. No, mire usted, la alergia es una enfermedad hereditaria, se le da con carácter autosómico dominante. Entonces los síntomas de la alergia son los que aparecen cuando, por lo que sea, tu sistema inmunitario está más frágil y entonces esas enfermedades inmunitarias hereditarias que duermen en las mucosas despiertan. No solamente pasa con la alergia, pasa con muchas otras enfermedades, con la diabetes, con la ELA, con muchas enfermedades hereditarias", informa la doctora.

Alergias y el cambio climático

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica subraya que informes recientes señalan que el incremento de las temperaturas podría ocasionar un aumento en la producción polínica y en la cantidad de alérgenos de los granos de polen, extendiendo, además, la duración de las estaciones polínicas. Este fenómeno agrava síntomas en personas alérgicas y favorece la aparición de nuevas sensibilizaciones en la población general.

Los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, fuertes vientos, calimas o tormentas eléctricas, también desempeñan un papel clave en la dispersión de aeroalérgenos. Algunos estudios han demostrado que las tormentas eléctricas, por ejemplo, pueden fragmentar los granos de polen en partículas microscópicas que penetran con mayor facilidad en las vías respiratorias, aumentando el riesgo de crisis asmáticas graves.

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