Una amistad que ha salvado vidas

La década de los ochenta dejó datos y momentos para el recuerdo. Fue el momento, para muchos, de la rebeldía artística y de la búsqueda de una nueva forma de vida, de la ruptura de esquemas estéticos y el encuentro de nuevos caminos. Todo llevó, amén de lo positivo, a que también se destapara uno de los problemas más graves que sigue afectando a día de hoy en la sociedad, el consumo de droga. En los periódicos, escritores de la historia moderna, se pueden llegar a leer titulares como que en los 80 y los 90 la heroína mató a más personas que cualquier guerra. Evidentemente, junto a esta problemática, empezó a despertar un sentimiento humano de ayuda, que en la ciudad se materializó con la aparición de Proyecto Hombre y Luis Bononato, director de la ONG desde su fundación.

Aunque Proyecto Hombre no se fundó en la ciudad hasta el 1 de febrero de 1991, un grupo de personas se encargó de que su función sonara en la ciudad gracias a Aprohom (Asociación de Amigos del Proyecto Hombre), que el pasado 1 de diciembre cumplió 25 años. Su presidente, Miguel Ángel García Luque, cuenta que "en aquella época, Bononato era voluntario de Cáritas y trabajaba con la drogodependencia en algún que otro programa suelto. Precisamente, desde Cáritas surge Cometa, una asociación de madres afectadas por esta epidemia que surgió al final de los 80 con la heroína. Aún no había ningún centro de tratamiento en Jerez ni en la provincia y tampoco se disponía de mucha información".

En este contexto, Luis Bononato oyó hablar de Proyecto Hombre en Málaga, uno de los centros pioneros en España junto al de Madrid y Barcelona. "Él nos pidió ayuda a un grupo de amigos para que empezáramos a mover el asunto en Jerez, para que se empezara a oír. Si te soy sincero -cuenta García-, en un principio nos unimos a la causa por amistad, pero nos terminó conquistando". Este grupo fundacional contó con 32 personas y su objetivo único era encontrar los medios económicos para que Proyecto Hombre pudiera tomar forma en la ciudad. Espíritu que no solo lograron, sino que han sabido mantener durante un cuarto de siglo. Miguel Ángel García Luque narra como "en un principio, el primer año nos pusimos la meta de conseguir un millón de pesetas para que Proyecto Hombre. Queríamos, fundamentalmente, conseguir socios que pagaran una cuota voluntariamente con la periodicidad que quisieran. Dinero que íntegramente iba para Proyecto Hombre. Y así ha sido durante todos estos años",

El millón que pretendían recaudar en 1989 ha 'crecido' gracias a las aportaciones de los socios y distintas campañas hasta los 270 de las antiguas pesetas (alrededor de 1,6 millones de euros). A pesar de la crisis y del cambio del organismo de Proyecto Hombre, Aprohom sigue dotando anualmente a la asociación de 60 o 70 mil euros gracias al millar de asociados que logra mantener.

Entre los aspectos que terminaron enamorando al grupo de amigos, García enumera, como uno de los más importantes que "a diferencia de otras asociaciones que había en aquella época que estaban relacionadas con determinadas iglesias, aquí lo único que había es una gran transparencia económica. Es una asociación a nivel nacional pero cada centro es autónomo económicamente con su propia financiación, con lo cual no se pasa el dinero de un lado a otro. Cada centro tiene su propia fundación . Siempre hemos publicado las cuentas, ahí están las 25 memorias anuales". "Aquel año nos planteamos reunir 500 socios, y lo conseguimos. Medio millar de personas que estaban dispuestas a pagar una cantidad, muy variable, para que existiera la fundación. Hay personas que hoy día siguen pagando tres euros al trimestre, 500 pesetas de entonces, y hay quien paga mucho más. Nuestra filosofía fue siempre que el dinero que quieras cuando quieras. Todo lo aceptamos, incluso hoy en día hay veces que nos cuesta el dinero esos que pagan tan poquito, pero hemos pensado que así se mantenía este canal para que el ciudadano de a pie pueda financiar y expresar su solidaridad de una manera muy fácil", recuerda el presidente de Aprohom.

El Jerez solidario de aquella época, según palabras de García Luque, "no difiere mucho del de hoy porque a principio de los 90 hubo una gran crisis, aunque no tan grande como la de ahora. Lo que pasa es que en aquel momento había mucha sensibilidad con el problema de la droga, se veía el sufrimiento. La postura social sí se ha ido cambiando con el tiempo porque afortunadamente hay mucha más prevención e información, aunque el espíritu solidario se sigue manteniendo. Lo que queremos es tener una solidaridad a largo plazo, que creo que hemos logrado mantener a pesar de la coyuntura económica".

Todo el esfuerzo llevado a cabo por Aprohom se vio recompensado cuando el centro de Proyecto Hombre abrió en la calle Lealas. "Aún a día de hoy no encuentro palabras para definir lo que supuso aquello -se emociona Miguel Ángel-. Fue algo por lo que luchamos durante año y medio, y que a día de hoy sigue salvando la vida a miles de personas".