Un año difícil para los arroceros
EL CAMPERO
El hongo 'piriculariosis' merma el 5% de la cosecha de la Janda, que alcanza el límite en lo que, a priori, era una buena campaña
Cambio de dígito para el cultivo del arroz en la Janda, este año se cumple el vigésimo aniversario desde la implantación de este cereal que vino como solución a unos cultivos de invierno inviables, por la alta pluviometría en unos terrenos mal desecados, y unos cultivos de verano que no terminaban de cuajar porque necesitaban una alta integral térmica. El balance que hace Arroca, sectorial de Asaja dedicada exclusivamente a este cultivo, es "claramente positivo", según lo califica el técnico responsable de Arroca, José Luis Toscano, quien ahonda en la materia y sostiene que "el arroz sigue siendo el salvador de las fincas de la Janda" y por supuesto, "la residencia habitual de aves acuáticas cuyo número sigue incrementándose año a año" y el total de hectáreas cultivadas permanece constante desde su implantación (unas 3.000) y sólo han sufrido cierta reducción en los años de sequía.
Contrasta con esta bonanza, el balance de este año, que ha resultado complicado para los arroceros. A priori se pensó en una buena cosecha porque la simiente tuvo óptima nascencia, aunque tardía, y el cultivo presentó un buen desarrollo. El problema, según comenta José Luis Toscano, ha venido de la mano del hongo piriculariosis, El hongo se ha cebado con el raquis de la planta y lo ha hecho en un estado temprano por lo que los granos no han llegado a llenar del todo, reduciendo la producción en un cinco por ciento. El caso es que el año pasado ya apareció el hongo y como el patógeno permanece en los restos del cultivo y en las malas hierbas y, por estar la mayoría de las explotaciones en producción integrada, no se permitió el uso de los fungicidas eficaces para combatir dicho hongo y en esta campaña ha vuelto a hacer de las suyas. Este año sí se ha podido tratar con los fungicidas específicos para combatir la enfermedad, pero las esporas ya estaban en el campo, por lo que la producción ha sufrido una merma de 500 kgs/ha. En total, la producción ha rondado los 7.500-8.000 kilos por hectárea. Con estos números se puede decir que ha estado en el límite de una buena campaña.
Dentro del balance de 2011 hay que señalar que el precio, se ha situado lejísimos de los 360 euros por hectárea que se pagaron hace tres años, aunque algo superior a la campaña pasada.
Viendo los números, el técnico se queja de que si el año pasado se hubieran autorizado los productos adecuados para atajar la piriculariosis, "este año habría aparecido poco o nada y no estaríamos hablando de esta merma".
Otro de los caballos de batalla de los arroceros de la Janda viene marcado por la política europea, este año ha sido el último en el que la ayuda al arroz está acoplada al cultivo y, a partir de ahora pasará a lo que los agricultores llaman "la mochila". El desasosiego de los arroceros viene de la elección de los años de referencia para otorgar la ayuda, ya que se están barajando unos años en los que la sequía estuvo presente y hubo una disminución de la superficie, por lo que los arroceros "se verían muy perjudicados", concluye Toscano. Para reclamar justicia, el colectivo ya lo ha denunciado ante el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y espera que la respuesta sea positiva.
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