Aprender de la mano, bailar siendo una misma

De tu mano, el título elegido para el primer espectáculo propio de Gloria del Rosario, hace referencia a la mano y compañía de su maestra, Merche Esmeralda. Tras años de aprendizaje con la bailaora sevillana, una de sus pupilas más brillantes quería agradecerle con su baile tantos años de entrega. El punto de partida, por tanto, era una especie de homenaje personal a su referente; el resultado, por suerte y por sorpresa, ha trascendido su argumento, mostrando un espectáculo con mucho mimo por los pequeños detalles y que ha permitido descubrir no solo a una buena bailaora, también a una genial bailarina.

Gloria del Rosario sumerge al público en una especie de ensayo abierto en el que se escucha un audio con la voz de Merche Esmeralda dando indicaciones como si estuvieran en una clase. Gloria del Rosario baila siguiendo las pautas de su maestra. A veces avanza segura, otras para y recapacita. Recoloca su cuerpo con precisión, lo reajusta hasta alcanzar el movimiento exacto. No es la primera vez que vemos este recurso de una voz en off guiando los pasos del baile, pero sí es la primera vez que Gloria del Rosario lo hace según su mirada y su forma de abordar un espectáculo, por lo que resulta fascinante poder colarnos en esta intimidad de maestra-alumna. Es como acercar el ojo a la mirilla y ver qué pasa cuando una bailaora está aprendiendo. La manera de dar indicaciones, la forma de interpretarlas, la adecuación corporal hasta que se asimilan los pasos y cómo la artista lo hace suyo y lo incorpora dentro de su propia danza.

Tras esta apertura en la que Gloria del Rosario nos propone una inmersión en su propio proceso artístico y nos presenta a la Merche Esmeralda que ha conocido ella, la maestra, el resto de la obra es ya el reflejo de todo lo aprendido y la suma de recursos nuevos de cosecha propia. El espectáculo juega con cinco aspectos muy claros a su favor, con los que la bailaora ha demostrado tener buen gusto y la certeza firme de los elementos imprescindibles para que una obra funcione: la dirección artística de Alberto Sellés, al que ya hemos visto este año en dos ocasiones como bailaor (con Miguel Ángel Heredia y Manuel Liñán); la perfecta colocación de luces de Olga García; las voces de Pepe de Pura y Manuel Pajares, la guitarra de Ramón Amador y un impecable vestuario diseñado por ella misma. El resumen de conjugar bien estos elementos es la muestra de que un espectáculo de formato sencillo puede dar muy buen resultado si se saben jugar bien las cartas. Pepe de Pura interpreta una de las versiones más interesantes escuchadas en este año, Dos gardenias para ti, un bolero que en la voz flamenca de Pepe de Pura explora unos recovecos de gran belleza.

Gloria del Rosario denota escuela sevillana y los seguidores de Merche Esmeralda reconocerán en ella los rasgos de su maestra, pero en De tu mano podemos ver a una bailaora con personalidad propia y un lenguaje que expresa diferentes estilos, desde el uso de la bata de cola y el mantón a un pasaje de estilo contemporáneo y libre en el que baila la música del guitarrista Manolo Sanlucar, denotando que su expresión dancística es más amplia y trasciende de canon adquirido. Gloria del Rosario demuestra su dominio de palos como la seguiriya o la cantiña, y sorprende con otros poco vistos en esta edición como la guajira o el garrotín. De hecho, en la guajira la propia bailaora se atreve con el cante, marcando con su voz los primeros versos.

Gloria del Rosario transita estos estilos con buen gusto, con un baile que sin ser apabullante demuestra una gran sensibilidad. Para finalizar, se despide regalando un caramelito que, aunque previsible, está perfectamente colocado y lo pide a gritos el espectáculo. El telón se cierra casi por completo, dejando tan solo el hueco para enmarcar a la bailaora, que remata su De tu mano con unas sevillanas de Manuel Pareja-Obregón. La primera vez fue en Sevilla, que yo la besé… Que sea esta la primera vez, pero no la última, que disfrutemos del baile de Gloria del Rosario.