El cartel de la Semana Santa 2016 no deja indiferente

La elección de la fotografía en blanco y negro y la original creación elegida despierta un vivo debate sobre su idoneidad como cartel

Cartel de la Semana Santa de 2016.
Francisco Abuín Jerez

23 de octubre 2015 - 01:00

'Nazarenos'. Así de simple y así de explícito es el título de la imagen ganadora del concurso para cartel de la Semana Santa de la Unión de Hermandades; explícito porque es realmente lo que se ve. Desde el mismo instante que el Consejo daba a conocer la obra ganadora, mediante un comunicado pasadas las once de la noche del martes, las redes sociales bullían en comentarios, críticas, alabanzas e incluso algún que otro 'meme', más o menos simpático. Esto deja meridianamente claro que el cartel gusta o no; blanco o negro, sin escalas de grises.

El arte es subjetivo pero en el mundillo cofrade esa subjetividad es relativa merced a los que las cuestiones estético-cofrades solo tienen un sentido, la ortodoxia. De partida, hay que tener en cuenta que la imagen de Antonio José Román Macías salió después de analizar más de 300 fotografías presentadas, con un fallado por un jurado que de esto sabe bastante, tanto en lo fotográfico como en lo cofrade; ni que decir que el premio de 3.000 euros despierta un interés desmesurado.

Por lo tanto, se parte de la base de que la obra es buena. De los cofrades consultados por esta redacción y de las opiniones expresadas en foros semanasanteros se pueden extraer algunas conclusiones. Pocos son los que rechazan el valor de la obra como tal, pero plantean las clásicas dudas sobre si la imagen representa la Semana Santa jerezana ya que no se ve iglesia o monumento que lo identifique con la ciudad.

Este argumento es tan eterno como estéril a la hora de evaluar un cartel. No se tiene en cuenta que la composición llevará impreso el origen geográfico. Evidentemente, los que tienen la retina hecha a ver un paso de palio o un misterio como elemento central, rechazan la obra.

Sin embargo hay una importante e incluso muy mayoritaria corriente de opinión que alaba la obra elegida por su originalidad y composición; que es sumamente atractiva además de ser una llamada al espectador, que es en esencia lo que persigue un cartel. De esa composición, los análisis a la contra señalan que el cortejo está descompuesto; que no guarda el orden y disciplina de una hermandad de 'cola'.

Pero un cartel no evalúa la calidad y la compostura de tal o cual hermandad; solo enseña, comunica y evoca un evento de la forma más atractiva posible para alcanzar el objetivo de interesar al espectador, en este caso, por la Semana Santa de Jerez. Y si se tiene como mito y maestro al recordado Eduardo Pereiras, cómo se interpreta ahora un cartel que claramente no recuerda a su obra. Mientras, las redes sociales siguen a lo suyo con la sana costumbre de opinar. Pero hacer el chiste fácil de comparar el cortejo con el Ku Klux Klan es penoso por lo que significa esa secta par a los derechos humanos. Y más sangrante que esa opinión, 'memes' y otras zarandajas partan de gente que se confiesan cofrades.

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