Los comercios de Ronda de Muleros piden medidas al Ayuntamiento

Afectados por las obras denuncian "inseguridad y falta de información" y alertan del riesgo de graves inundaciones si se produce una tromba · Varias personas se han caído por el mal estado de la vía

El propietario del bar Antonio, en Torresoto, ante la puerta de su negocio ayer.
J.p. / Jerez

01 de septiembre 2009 - 01:00

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Los comerciantes de la Ronda de Muleros solicitaron ayer que el Ayuntamiento tome medidas que les compensen por las obras que se están ejecutando en este vial desde el pasado mes de julio. Ya hablan de que sufren daños y perjuicios, y de inseguridad para ellos y resto de viandantes. Otra de las preocupaciones que bulle en las cabezas de vecinos y comerciantes de Ronda Muleros (donde ayer se cortó el tramo junto a la bajada del Agrimensor) es la posibilidad de se produzcan intensas lluvias, como las registradas en septiembre de 2008, que pongan en peligro sus enseres y negocios al estar gran parte de la calle levantada. Luis Ángel, del videoclub Toma 2, explicó que la Ronda es "una pista de tierra. Con las lluvias puede haber una gran riesgo que se inunden empresas y casas".

Los responsables de hasta 13 negocios presentaron ayer la solicitud de citas tanto con la Alcaldía como Urbanismo para conocer qué previsión hay de duración de las obras y posibles medidas ante las lluvias. "A ninguno de los negocios de la zona nos han informado ni han llamado a ninguna reunión para explicar cómo se desarrollará la obra", dijo Salvador Gomes, otro de los perjudicados. Los vecinos y comerciantes no tienen pensado por ahora hacer movilizaciones u otras acciones ("por ahora nos contentamos con recibir información", agregó Gomes) pero no las descartan. Otro de los comerciantes indicó que "no sólo es el polvo, sino la falta de seguridad. No han habilitado ningún paso para cruzar con seguridad y las vallas son muy endebles, por lo que se pueden caer los viandantes". Otros vecinos dicen que ya se han caído al menos tres personas, una de las cuales sufrió heridas que requirieron que se les aplicara puntos de sutura, desde el inicio de la reforma a mediados del pasado julio. Los más afectados por el nuevo corte fueron los negocios de Escayolas Romero y Mimbres Anandres que se encontraron a primera hora con unas vallas (para proceder al corte de la Bajada del Agrimensor) que les impedían pasar a sus empresas. Oscar es el responsable del segundo negocio y manifestó que "no podíamos ni entrar. La máquina y de los camiones nos impedían entrar por cualquier lado a nuestros negocios. Todos se pasaban la bola de unos y a otros, de Ajemsa al Ayuntamiento, de la constructora a Urbanismo..."

Los comerciantes quieren informar también al Ayuntamiento de daños y perjuicios. Los responsables de Ultramarinos Marinieves fue el primer negocio que habló ya de pérdidas: "Hasta un 70% durante lo que va de obra", dijo la mujer. Su clientela son personas mayores, que "viven recluidas prácticamente en sus casas", agregó, y que no pueden salir a comprar porque las principales obras se están haciendo justo delante de los negocios, como el bar Antonio, a cuyo lado se han hecho canalizaciones, o el taller Mera. Mientras, el ultramarinos abre a las 19:00 horas, una vez que los trabajadores han terminado la faena, porque "antes no viene nadie", mantiene la comerciante.

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