-Hoy es un día grande, regresa al culto la Virgen ¿había ganas?

-Sí, y no sólo para la hermandad. También para la parroquia y las personas del entorno. Han sido varios meses y es lógico que todo el que diariamente iba a visitarla y a rezarle, tenga ganas ya de verla.

-Han sido nueve meses ¿Tal mal estaba la imagen? ¿En qué ha consistido la intervención?

-Sí, el deterioro era progresivo. Las anteriores restauraciones se limitaron a conservar externamente la imagen y a reparar las grietas que iban presentándose, y estas intervenciones habían provocado incluso la alteración de su apariencia original. Ahora la intervención ha sido más profunda. La imagen se ha sometido a estudios radiográficos y extracción de muestras para determinar el grado de las grietas y fisuras que presentaba. Al tratarse de una talla compacta y no hueca, la dilatación de la madera, por los cambios de temperatura, iba acentuando las grietas internas provocando su aparición externa e incluso la cara de la Virgen presentaba ya algunas marcas de los clavos que unen la mascarilla de la imagen y que tendían a salir al encontrarse oxidados por la propia humedad de la madera. Estos se han sustituido por espigas de madera y se han resanado todas las fisuras con material adecuado de tal forma que las dilataciones afecten en menor medida. El trabajo de García Brenes y el equipo de Ressur, ha sido espectacular.

-Esta es su primera experiencia como hermano mayor.

-No sólo como hermano mayor, sino como miembro de junta. Hasta ahora no había participado nunca directamente en la hermandad y la verdad es que me costó dar el paso. El apoyo del anterior hermano mayor, Gabriel Mateos, y de su Junta, ha sido importante, e igualmente de los que ahora la conforman. Hay que dedicarle tiempo, pero es una experiencia que merece la pena.

-¿Se puede pensar que, por su idiosincrasia, es una hermandad fácil de gobernar?

-No sé como será en otras. Esto es como todo, depende de lo que quieras complicar las cosas. Para dirigir, además de tener claro cuales son los fines y objetivos, hay que trabajar en equipo y en este sentido siempre se encuentra colaboración, incluso de personas que no pertenecen a la Junta.

-¿Se encuadra usted entre los defensores a ultranza del estilo de la cofradía?

-Creo que no se trata de defender a ultranza un estilo u otro. Se trata de comprometerse, con entusiasmo, a seguir la labor iniciada hace ya 72 años. Hoy se abandona con facilidad el compromiso que tenemos como cristianos e incluso muchas veces el adquirido con la propia hermandad, por comodidad o quizás influidos por el ambiente, y sin embargo ese compromiso puede ayudar a remover el espíritu y la conciencia de muchas personas, contribuyendo a la labor caritativa y evangelizadora de la Iglesia. En todo caso, el estilo debe contribuir a impulsar nuestra presencia como cristianos en la vida social.

-¿Por qué Amor y Sacrificio tiene que seguir siendo como es pese a quienes la critican?

-No suelo oír críticas, más bien lo que suelo oír son frases ya hechas y algo anticuadas, que desde luego ni tienen nada que ver, ni definen a nuestra hermandad. Amor y Sacrificio es una hermandad de Jerez, muy arraigada en la ciudad y probablemente una de las Vírgenes con más devoción. Y seguirá siendo como es porque, en mi opinión, desde un principio se pensó y se hizo todo con sencillez, para que no hubiera que cambiar.

-¿Se avecina alguna conmemoración o efemérides importante que estéis estudiando?

-Dentro de tres años se cumplirá el 75 aniversario fundacional y habrá que celebrar algún acto, pues fieles a nuestros fines debemos dar culto a la Virgen. Pero no me gustaría que todo quedara en eso, nuestro compromiso con los más necesitados nos obligará a promover algo grande en obras de caridad.

-¿Cómo evalúa el hoy por hoy ?

-Muy positivo. Año a año vamos creciendo en número de hermanos y de acompañantes en la procesión, creo que el año pasado fueron 340. A los actos y cultos también suelen acudir cada vez más hermanos, hay ambiente de integración en la hermandad y colaboración, no sólo económica, en las obras de caridad que acometemos. Pero también es necesario trabajar y mejorar otros aspectos, como el de formación y actividades de apostolado.