El detenido a finales del pasado mes en Jerez tras embestir a tres agentes de la Policía Nacional en un control cuando llevaba un coche cargado de fardos de hachís tenía en su vivienda un importante arsenal de armas, entre ellas un subfusil de asalto AK-47. Este es uno de los detalles que ha ofrecido la Policía Nacional este jueves de la operación realizada en las localidades de Jerez, Sanlúcar y Chipiona.

El detenido ha sido puesto ya a disposición judicial como presunto autor de los delitos contra la salud pública, tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas, entre otros. La operación continúa abierta a fin de localizar al tercer implicado que iba de copiloto pues ya se detuvo a otro de los implicados en el día que ocurrieron los hechos.

Todo pasó el pasado día 28. En ese momento, la Policía Nacional estaba llevando a cabo una investigación contra el tráfico de drogas que propició que se estuviera vigilando a un joven al considerar que estaba vinculado al tráfico de drogas. Para ello, y una vez localizado, se montó un control en Sanlúcar para tratar de interceptarlo al regreso de un alijo.

Sin embargo, el detenido, al darse cuenta de la presencia policial, aceleró el coche en el que viajaba junto a otra persona embistiendo contra los agentes. Dos de los policías, que se encontraba con el chaleco reflectante a pie en el camino, tuvieron que saltar y rodar por la ladera del camino hacia los matorrales para no ser atropellados mientras que el tercero, que aún se encontraba en el interior del coche, tuvo el tiempo justo para reaccionar y salir del vehículo. El todoterreno impactó a más de 100 kilómetros/hora contra el vehículo policial por su parte frontal.

El coche con los fardos de droga.

Tras la embestida los dos individuos emprendieron la huida sin ser localizados en ese momento, si bien fue arrestado uno de los implicados en la preparación del alijo, que había realizado funciones de “punto” y que fue localizado escondido en un vivero cercano. Los agentes intervinieron el vehículo todoterreno con los 20 fardos de hachís que portaba en su parte trasera, además de una pistola municionada.

Mientras, el segundo se localizó con posterioridad en un hotel de Jerez, donde fue detenido. Posteriormente, los policías llevaron a cabo la entrada y registro de su domicilio en Chipiona donde, con el apoyo de la Unidad de Guías Caninos, localizaron un gran número de armas y munición, entre ellas pistolas, revólveres, escopetas de dos cañones, una pistola de bolsillo y un subfusil de asalto AK47. También se intervino dinero en metálico, numerosas joyas, documentación con anotaciones y ropa oscura junto a varios pasamontañas.