Aquí duerme un dragón

Cuenta la leyenda que bajo el Alcázar, en una oscura y húmeda gruta, vive un dragón. Dios y guardián, con aliento de fuego y una gran ferocidad, codicia los tesoros de otros y no le gusta que le molesten. Dicen que nadie se atreve a luchar con la bestia y que despierta malhumorada cada 800 años. El resto de tiempo duerme a la espera de su mañana.

Cierto o no, magia o realidad, es la base de una obra que Teatro Estudio Jerez (TEJ) pone en escena cada domingo, hasta el mes de junio, en el Alcázar de nuestra ciudad, "como aliciente para que los jerezanos visiten y conozcan mejor este monumento", cuenta el actor y fundador de esta compañía, Alberto Puyol. Y es que la mayoría de los visitantes de este espacio son nacionales o extranjeros. El espectáculo, 'Donde duermen los dragones', es una fusión entre teatro y el propio recinto. Una obra que está ambientada en Al-Ándalus, narrada por 'Will el cuentacuentos' (personaje basado en los Hermanos Grimm). Él se encarga de recibir al público en el Palacio de Villavicencio y de contarles una leyenda. Un símil de Romeo y Julieta, aunque en esta ocasión una familia árabe y una cristiana son las protagonistas. Un amor imposible, en una convivencia separada por un muro de odio y de piedras. Aunque de pequeños jugaron juntos, ahora de mayores les impiden el contacto. Pero el amor lo puede todo. Es un ejemplo de amistad en el que entra en juego un tercer elemento, y es que cuenta la leyenda que bajo el monumento hay una gruta donde duerme un dragón, que vigila con celo la fortaleza. De esta forma, los enemigos no pueden penetrar cavando túneles. Una noche, los planetas se alinean y la historia se hace realidad. Empiezan a suceder una serie de acontecimientos que desencadena en el pánico de la población. Hay un despertar del dragón, un furioso monstruo que quiere destruir todo pero de repente, un amuleto negro con sangre de dragón... Y no es cuestión de contar toda la historia, que se narra a través de un cuadro mágico, en el que se muestran las diferentes escenas.

Los niños, al concluir la narración, reciben un pergamino para que visiten los distintos espacios del Alcázar donde se ha desarrollado la historia, "aunque es un teatro familiar, ya que hay un doble lenguaje, para los padres y para los hijos. Al final, todos se acompañan mutuamente. Nadie se puede aburrir", apunta Puyol, que confiesa que está siendo un éxito. "Nos encanta -asegura- ver a los pequeños recorrer el Alcázar con su mapa". Hay que destacar que el precio se ha fijado en 1,80 euros, con entrada gratuita para niños hasta 14 años.

Aunque de momento no se ha planteado la posibilidad de llevar esta propuesta a otros monumentos de la ciudad, desde TEJ no descartan la idea. "El primer día, (el domingo pasado) fue una prueba de fuego -añade- y cuando acabe el ciclo ya analizaremos los resultados. Hemos creado una leyenda y al final las leyendas hacen que los lugares se conviertan en mágicos".