Los empresarios señalan que hacen un "gran desembolso en seguridad"

Los industriales señalan que el gasto en medidas de seguridad que hacen las estaciones de servicio es "muy elevado en comparación con el que pueden hacer otro tipo de empresas, aunque todo el mundo invierte para prevenir los robos. Pero nosotros siempre hemos sido un blanco fácil de la delincuencia y de la pillería". Ante ello -y más en una ciudad que no ha logrado olvidar el crimen de Juan Holgado, cometido en la estación de Martín Ferrador- las gasolineras tienen que contar con cámaras de seguridad que graben cualquier movimiento. Pero también han sufrido atracos, alunizajes o 'arietes' -empotrar un coche sustraído en el establecimiento para abrirse paso-, y robos con fuerza. "Hemos instalado pivotes en las puertas, elevado las estaciones del suelo, mantenemos un contacto continuo con las fuerzas de seguridad... Todo para evitar que ocurra algo al trabajador y al cliente", señalan.

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad son grabadas en formato digital o cinta de vídeo para que las fuerzas de seguridad puedan hacer las averiguaciones oportunas que permitan el esclarecimiento del delito. La Ley obliga a las empresas a guardar durante quince días las grabaciones.

El industrial José Luis Casaleiro recuerda que una grave racha de atracos ocurrida hace unos cinco o seis años hizo que la subdelegación del Gobierno de la provincia les instara a adoptar medidas más severas que los empresarios silencian para no dar más pistas a los malos. Precisamente una de sus estaciones fue asaltada a punta de pistola el año pasado por dos individuos.

Uno de los delincuentes hizo un disparo con un revólver real del calibre 38: la bala causó heridas leves al trabajador y acabó impactando en la panera de la tienda. La Policía sigue haciendo averiguaciones para detener a los delincuentes.