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El gobierno local acusa a miembros de CGT de no ir al trabajo en 15 años

El Ayuntamiento abre expediente disciplinario a tres representantes de este sindicato y a dos de SIP por superar el número de horas sindicales CGT lo niega y acusa al ejecutivo de persecución

El gobierno local acusa a miembros de CGT de no ir al trabajo en 15 años
E. M. Cañas Jerez

30 de junio 2016 - 01:00

El ejecutivo local pasa al ataque en el duro enfrentamiento que desde hace meses lidia con los sindicatos CGT y SIP por la implantación de la jornada de 37,5 horas semanales en el Ayuntamiento. Ayer anunció que ha puesto en marcha cinco expedientes disciplinarios contra representantes de la plantilla a los que acusa de haber cogido más horas sindicales de las permitidas, con la consiguiente ausencia en sus puestos de trabajo. No obstante, las fuentes consultadas apuntan la posibilidad de que haya más procedimientos en próximos días por hechos similares. Los sindicatos aludidos, que ayer negaron estas acusaciones, tienen ahora la oportunidad de presentar alegaciones antes de la resolución de los expedientes.

El ejecutivo local advierte que dos representantes de CGT, de los que no apuntó el nombre, llevan "15 años" sin acudir a su puesto de trabajo; de otro también perteneciente a este sindicato le reprocha que suele fichar en su puesto de trabajo pero que no acude a él para hacer actividad sindical; y de dos del sindicato policial asegura que han justificado las ausencias a su trabajo con reuniones "inexistentes" que han propiciado que hayan superado el máximo de horas permitidas para esta labor de representación. Los procesos disciplinarios abiertos podrían derivar, en algunos casos, en la suspensión de empleo.

Los casos denunciados ayer por el ejecutivo local son los siguientes. Para empezar explica que han detectado que hay dos representantes de CGT "que podrían llevar varios años [apunta 15] sin acudir a trabajar". En este caso, apunta que se detectó que ambos llevan desde el año pasado "excediendo con mucho el número de horas sindicales de que disponían". Se les envió un escrito instándoles a que volvieran a su puesto recibiendo de respuesta otro en el que, según el ejecutivo, "reconocen abiertamente que sus situaciones obedecían a un 'acuerdo tácito' con los diferentes gobiernos municipales desde hace más de 15 años". Finalmente, uno de los empleados volvió a su puesto mientras que el segundo se ha atribuido las horas sindicales del resto de su sección, algo que permite la ley pero el ejecutivo advierte que no tiene las suficientes para no volver a su lugar de trabajo todo este año.

Sobre el tercer representante de CGT expedientado apunta que fichaba en su puesto de trabajo pero que luego "participaba de forma pública en actividades sindicales" por lo que, a juicio del gobierno, ha evitado que "se puedan controlar el número de horas sindicales que ha usado y las horas de trabajo efectivo que ha realizado".

En cuanto a los delegados de SIP, les reprocha que tanto el pasado año como este "han dispuesto de jornadas enteras sin trabajar" alegando que acudían a unas "reuniones sindicales convocadas por el Ayuntamiento que se comprueba que son inexistentes". De hecho, llega a señalar que algunos de estos supuestos encuentros se celebraron en "días festivos". El incumplimiento de su deber lo resume así el equipo de gobierno: "Esta forma de proceder les permite reducir considerablemente el número de jornadas que debían trabajar".

Tras conocerse la apertura de estos procedimientos, Juan González, de CGT, acusó al ejecutivo local de tener una actitud de "persecución sindical". "Todas esas acusaciones son totalmente infundadas", advirtió. Así, argumentó que la Delegación de Recursos Humanos nunca ha controlado este tema y que el ejecutivo no está teniendo en cuenta la posibilidad legal de que un representante sindical acumule las horas de otros de su misma sección. Mientras, este medio trató de ponerse en contacto con el portavoz del SIP sin que atendiera la llamada telefónica.

Mientras tanto, el gobierno local justifica la apertura de estos procedimientos en que su intención es la de acabar con "unos hábitos adquiridos injustificados", que considera que son unos "agravios comparativos" con respecto al resto de la plantilla. Finalmente, advirtió que estos son casos "aislados" pues "la mayoría de los representantes cumple con el ejercicio de sus derechos y obligaciones sindicales y también con las laborales".

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