El incendio más grave en años

Arden tres naves industriales en el polígono 'Guadalquivir', dos por completo y otra en parte, y otras dos sufren daños en sus estructuras por un incendio que los bomberos tardaron más de cuatro horas en extinguir

Manuel Moure / Jerez

03 de noviembre 2009 - 01:00

El incendio más grave de los últimos años en Jerez, en lo que a daños materiales se refiere, destrozó ayer dos naves, causó graves daños en otra y afectó a otras dos en el polígono industrial 'Guadalquivir', dotación comercial que se ubica junto al lateral izquierdo de las bodegas Real Tesoro.

La hora del inicio del fuego se desconoce, ya que el infortunio quiso que el siniestro se produjera en día festivo, lo que provocó que el polígono industrial estuviera abandonado. Cuando se dio la voz de alarma las llamas ya levantaban una intensa y negra columna de humo hacia el cielo. La Policía Nacional recibió la primera llamada alertando del incendio al borde de las cuatro de la tarde. Los agentes de la sala siguieron el protocolo y avisaron a los bomberos que en principio enviaron hasta el lugar dos camiones autobomba, que llegaron a las 16,20 horas.

No pasó mucho tiempo hasta que los bomberos se percataron de la fiereza del fuego, motivo por el que pidieron refuerzos, llegando a concentrarse en el polígono industrial 'Guadalquivir' hasta seis camiones (tres autobombas, dos autoescalas y un camión nodriza) y cuatro coches de mandos con un total de 21 efectivos, que procedieron tanto del parque de Jerez como de El Puerto. Poco más tarde, conforme los especialistas se fueron percatando de que acabar con el fuego iba a ser una tarea difícil, se solicitó la presencia en el lugar, de forma preventiva, de una ambulancia de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias. Junto a los bomberos se dieron cita en el lugar agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local y hasta de la Guardia Civil. La razón no fue otra que el peligrosísimo cariz que fueron tomando los acontecimientos. El riesgo de que las dos naves de 'Hipersur de Hostelería' (que fueron las más afectadas) se vinieran abajo era mayor a cada momento que pasaba. Su fachada trasera comenzó a combarse de forma preocupante y la dilatación por el fuego provocó que la cubierta de ladrillo visto de la misma se viniera abajo.

La causa más probable del fuego, a la espera de que los expertos analicen los restos, podría estar en un fallo eléctrico. Para colmo de la mala suerte, tal y como confirmó Adolfo, propietario de la nave de material de hostelería, el incendio vino a producirse en un negocio que dispone de numeroso material inflamable "prácticamente todo aquello que se puede encontrar en un bar, mantelerías de papel, vasos de plástico, servilletas de papel, detergentes... y todo ello almacenado en estanterías sobre palés de madera".

Sobre las seis de la tarde pareció que las llamas quedaban controladas, pero no fue así ya que un desprendimiento facilitó la entrada de oxígeno y éstas se reavivaron. Junto a las naves de 'Hipersur de Hostelería' también se vio afectada por las llamas 'Don Colchón', mientras que una nave donde se guardan fertilizantes y fitosanitarios agrícolas y un lavadero de coches resultaron afectados en sus muros de separación. Cabe destacar que el propietario del lavadero de coches logró sacar varios vehículos del interior de la nave, hasta que los bomberos se lo prohibieron al deteriorarse de forma peligrosa la pared que hacía de separación con la nave más afectada. Dentro quedaron tres, con la evidente preocupación del propietario tanto por su valor "como por el hecho de que tienen gasolina y en caso de que el fuego se extienda serían como tres bombas".

El tamaño de las llamas y la intensa humareda (la cual fue visible, según algunos testigos presenciales, desde la barriada puertorrealeña de Barrio Jarana y desde Tres Caminos) provocaron que los bomberos debieran atacar las llamas desde las alturas, concretamente desde una escala con cabina. El camión que soportaba la escala fue al que se conectó la toma de agua de la única boca contraincendios del polígono industrial, por lo que el bombeo de agua en dirección a los techos de las naves fue constante. Esto evitó que las llamas no se propagasen a las naves colindantes.

El comienzo del fin comenzó a vivirse en el momento en que los bomberos lograron inundar la nave siniestrada a través de un butrón realizado en el muro de separación entre la nave de hostelería y la de productos fitosanitarios. Al cierre de esta edición, los bomberos seguían arrojando agua, "algo que seguirán haciendo mientras la zona humee", señalaron fuentes del Consorcio. La gravedad del fuego fue tal que los responsables del parque de Jerez decidieron dejar un retén de bomberos en la zona para controlar un posible reavivamiento.

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