Los vecinos de La Constancia no sabían que tendrían que hacer honor al nombre de su barriada cuando hace diez meses se paralizaron las obras de remodelación de sus viviendas, incluidas dentro del Plan de Rehabilitación Integral del que forma parte la barriada y que es llevado a cabo por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Jerez conjuntamente.

"Hasta que se derrumbó el techo de una de las viviendas el pasado octubre, la reforma iba bien y más de cincuenta comunidades quedaron remodeladas, el problema es que faltan muchas más y desde entonces todo se ha paralizado", explica el vicepresidente de la asociación de vecinos, Juan Miguel Payán, ante el bloque afectado por el derrumbe. Precisamente, las cuatro familias que vivían en este bloque, entre ellas la del dirigente vecinal Francisco Flores, tuvieron que ser realojadas y aún no han podido volver a sus casas, que actualmente se encuentran apuntaladas por peligro de derrumbe. En esta situación se encuentra Manuel Mateos y su familia, realojada desde hace diez meses en un piso alquilado en la avenida de Europa. "Yo vivía en el primero y mi piso está apuntalado a raíz de que se derrumbó el cuarto. Desde ese día no he vuelto a mi piso excepto para coger algunas cosas pero ninguna es ropa porque no puedo abrir el armario por encontrarse los puntales delante", lamenta este vecino.

A raíz del derrumbe del piso, la rehabilitación de los bloques pasó de ser singular a integral, diferencia que radica en que la última afecta a la estructura de los pisos y por lo tanto, conlleva un peritaje que incrementa el tiempo de las obras, medida que fue tomada en una asamblea que los vecinos tuvieron con la alcaldesa, Pilar Sánchez, el pasado mes de marzo. "Ya se han terminado todos los estudios, se han hecho todos los proyectos y se han sacado las cuantías y estamos a la espera de recibir respuestas", comenta Payán sobre el estado actual en el que se encuentra la barriada.

En el primer piso de unos de los bloques lleva viendo desde hace veinte años Elena López, una de las vecinas más afectadas por la dejadez de la rehabilitación de su piso. "Cuando vinieron los peritos dijeron que la terraza, que es puente de paso, estaba en peligro de derrumbe, pero desde entonces nadie más ha venido por aquí y yo sólo salgo para tender" explica mientras señala una nueva grieta que ha aparecido en el suelo de su terraza. Pero ella no es la única que vive con este peligro, pues debajo de su terraza hay una panadería muy frecuentada por todos los vecinos. Su dueño, David Fernández, lleva en este local desde 1993 y no piensa trasladarse a otro a pesar de los contratiempos con los que tiene que convivir. "Tengo el almacén completamente apuntalado y esto me limita a la hora de trabajar en condiciones, ¡que son ya diez meses!", denuncia este panadero de La Constancia.

De igual manera, en diversos puntos de La Constancia se pueden ver los cables que suministran la luz a los pisos, caídos a lo largo del bloque y a ras de suelo lo que supone un peligro para los vecinos y, en especial, para los niños que juegan por la zona y que los tienen al alcance de sus manos. "De esto se encarga Sevillana y nosotros no podemos tocar nada hasta que vengan y lo arreglen, para lo que había un acuerdo entre la empresa de la luz, Ayuntamiento y delegación provincial del que tampoco tenemos fecha", comenta el representante vecinal.

Todo es espera para unos vecinos que, a pesar de ser pioneros en la demanda de rehabilitaciones en sus bloques, tienen el sentimiento generalizado de que se está prestando mayor atención a otras barriadas y se sienten un poco olvidados. "Llevo 39 años viviendo en La Constancia, hace dos que arreglaron la primera fase y yo tuve la suerte de que mi piso se encontraba entre los afortunados, pero desde entonces parece ser que se han olvidado de los demás bloques, porque yo no me lo explico", comenta la dueña del quiosco de chucherías que está situado en el centro de La Constancia, Carmen Gutiérrez.

A pesar de todos estos inconvenientes, Payán afirma sentirse "muy orgulloso de todos los vecinos por la paciencia que están teniendo". Una paciencia que seguirán manteniendo hasta que dentro de un par de semanas, que es lo que el representante vecinal estima, mantengan una reunión con el Ayuntamiento, la Empresa Pública del Suelo (EPSA) y la delegada provincial de Vivienda y Ordenanza, Silvia López para obtener respuestas. Mientras, seguirán demostrando que todo se consigue a base de constancia.