El caso 'Huertos de Ocio', en la Audiencia

El juicio reúne de nuevo a los tres ex alcaldes de la democracia en Jerez

  • Jornada favorable para las defensas en la que los testigos dejan claro que lo que se aprobaba en el consejo de gestión de la GMU venía avalado por informes jurídicos y por el secretario

Pacheco, Pelayo y Pilar Sánchez, cada uno en un espacio de la sala / MANUEL ARANDA

Los tres ex alcaldes que Jerez ha tenido en su democracia volvieron a verse las caras ayer. Fue en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, en la avenida Domecq, donde o no se saludaron o se dieron los buenos días de forma fría. Pedro Pacheco, acusado por el caso 'Huertos de Ocio', volvió a sentarse en el banquillo en la cuarta vista de este juicio que ayer entró en su segunda semana.

La ex regidora socialista Pilar Sánchez acudió acompañada de su esposo y declaró en persona a pesar de que el día anterior se daba por hecho que lo haría por videoconferencia. García-Pelayo también aportó su testimonio al tribunal al igual que otros miembros del consejo de gestión de la extinta GMU, casos por ejemplo de los ex concejales Francisco Lebrero y Joaquín del Valle, además de técnicos tales como María Antonia Prado y Cornelio Vela, además del ex consejero de Xera Promociones, Luis Barrera.

La conclusión alcanzada fue que los expedientes aprobados venía con informes favorables y que no se despertaron suspicacias de ningún tipo en el consejo de gestión de la GMU.

Los testimonios volvieron a recordar los años en los que Jerez se manejaba con pactos con Pacheco. Pilar Sánchez, que apenas declaró durante 13 minutos, recordó que fue diputada provincial de Cultura y delegó sus funciones en la oposición. Corría 2003. Eran tiempos en los que aún no era alcaldesa. Negó tener cualquier conocimiento de la permuta de los huertos de ocio por un edificio y dijo desconocer si en algún momento como alcaldesa (a partir de 2005) mantuvo una reunión con los afectados. Que ha pasado mucho tiempo es algo que pesa como una losa sobre este juicio.

Por su parte, María José García-Pelayo protagonizó la testifical más extensa de la jornada. En todo momento dijo que empezó a tener conocimiento del caso cuando éste derivó en acciones jurídicas. Dijo desconocer la permuta, así como que hubiera un interés especial en el Ayuntamiento por el edificio de Palomino & Vergara.

Preguntada por la acusación particular que ejerce el abogado Francisco Pérez Vera acerca de cómo se pudo aprobar el expediente en el consejo de gestión, la ex alcaldesa destacó que "no generó alerta" y apostilló que todo lo que se hacía "venía refrendado con los correspondientes informes jurídicos y el visto bueno del secretario general de la GMU. Los informes dijeron que todo era correcto". Añadió que, de hecho, "el expediente se aprobó por una unanimidad de los miembros del consejo con una única abstención", que en este caso fue protagonizada por Izquierda Unida. En pocas palabras, "fue una cuestión que pasó desapercibida", dijo. A preguntas del abogado de Luis Cruz, Jesús Salido, especificó que "por el sentido del voto (todos a favor y una abstención) no debió de haber gran debate". "No podíamos dudar de todos los informes pues habríamos parado la Administración", reseñó posteriormente la popular.

Fue a preguntas del fiscal cuando la ex alcaldesa popular recordó lo duros que fueron aquellos años del pacto de gobierno con el partido nacionalista de Pedro Pacheco. Así dijo que éste en materia de Urbanismo "tenía todas las competencias" y utilizó estas frases para resumir aquel pacto: "Las relaciones eran insufribles", "es verdad que había dos ayuntamientos", "no era lógico y era además una irresponsabilidad mantener dicha relación", "la relación del día a día no era normal ni cordial".

De quien fuera su socio de gobierno García-Pelayo indicó que el principal problema que ella padeció fue "la falta de información", así como el trato que dijo recibir: "(A Pacheco) Le encanta hablar y es un tanto bocazas. Abría el periódico por la mañana y me había insultado". Del caso de los huertos dijo que no fue una cuestión que le alarmara, ni siquiera cuando los parcelistas comenzaron a protestar, porque "era habitual que Pedro Pacheco tuviera colectivos en contra".

El hombre que protagonizó aquella abstención, Joaquín del Valle (IU), también testificó ante el tribunal. A preguntas del fiscal Rafael Payá señaló que su abstención se basó en las siguientes premisas: "Parecía razonable que se recuperaran dichos terrenos municipales y también que, si los huertos funcionaban bien, se debería de haber buscado una alternativa al desalojo".

También señaló que no supo que la finca en cuestión se había transmitido a Xera Promociones, al igual que apuntó que desconocía el interés municipal por el edificio de Palomino & Vergara en las inmediaciones de la calle Medina. A preguntas del abogado de Pacheco, Manuel Hortas, reconoció como algo "razonable" que se pusieran en valor los terrenos de los huertos de ocio.

Francisco Lebrero, ex teniente de alcaldesa con Pilar Sánchez, tuvo una de las testificales más cortas de la mañana: apenas 7 minutos. En este tiempo dijo que estuvo en el consejo de gestión por encomienda del Grupo Municipal Socialista, que recibía la documentación unas 48 horas antes y que ese punto en cuestión no despertó el interés.

La funcionaria (jubilada) Antonia Prado vino a certificar estos datos de premura de tiempo y reconoció que era poco para poder examinarlos todos, si bien apostilló que tenía "máxima confianza en el secretario de la Gerencia, el señor Bitaubé". Tal era dicha confianza que si no había informes desfavorables se votaba a favor ya que los expedientes pasaban dos controles, de un lado el de los funcionarios que los tramitaban y después contaban con el visto bueno del secretario general de la Gerencia.

Cornelio Vela, otro de los históricos del Ayuntamiento jerezano, dijo al tribunal que fue miembro del consejo en 2003, así como que su labor profesional radicaba en una jefatura de servicio de Economía. "Daba un repaso a los expedientes y si no advertía nada irregular votaba a favor". Igualmente apuntó que el secretario leía los asuntos y los exponía.

La única persona que ayer prestó un testimonio 'extramunicipal' fue Luis Barrera, que en 2003 formaba parte del consejo de Xera (la empresa que se hizo con los terrenos de los huertos) como vocal. Entre otros datos dijo al tribunal que el grupo de José Antonio Monreal (Jerezana de Comunidades, Xera...) controlaba entre el 80 y el 90% de los terrenos del sector 30, donde se ubicaban los huertos. Igualmente añadió que quien tomaba las decisiones era Monreal, así como que si en algo destacaba la empresa "era por su trato modélico con los propietarios de los terrenos" a los que se ayudaba siempre a solucionar cuantos problemas pudieran acontecer.

Habló del edificio de Palomino & Vergara del que dijo que "estaba en perfectas condiciones", así como que se trataba de "la mejor oficina de bodega de todo Jerez".

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