El Marco de Jerez entra de lleno en vendimia

Estévez abre la campaña, que arranca con graduaciones muy altas de la uva y una “calidad excepcional”

La ola de calor acelera el inicio de la vendimia del jerez

Recepción de uva, ayer en el lagar de la cooperativa de Las Angustias (Covijerez).
Recepción de uva, ayer en el lagar de la cooperativa de Las Angustias (Covijerez). / Vanesa Lobo

Hay uva suficiente, de una “calidad excepcional y con mucho grado”. La vendimia del jerez ya está en marcha tras la entrada de lleno en campaña del Grupo Estévez, que tras la puesta a punto de su lagar avanza a ritmo alto en la recolección a máquina de la uva en la Viña Tío Mateo del pago de La Mariscala (Cuartillos).

El grupo bodeguero coparticipado por la familia Estévez y Macallan, el principal viticultor del Marco con cerca de un millar de hectáreas de viñedo, en concreto 972 de las 6.865 inscritas esta campaña, prevé completar la vendimia en la zona de Jerez en el plazo aproximado de dos semanas, para enlazar luego con las viñas más próximas al litoral, en concreto en el sanluqueño pago de Miraflores.

La mayoría del viñedo de Estévez está adaptado para la recolección mecanizada, salvo en parcelas selectas, como la del emblemático pago de Macharnudo Alto de la que procede la uva con la que se elaboran los exclusivos vinos de Valdespino, en la que se realiza la vendimia tradicional a mano.

Tanto desde Estévez como desde la empresa Vara y Pulgar, dedicada al asesoramiento vitícola, subrayan la calidad excepcional de la uva y su alta graduación —12,5º baumé o potencial de alcohol, muy por encima del mínimo de 10,5º que se exige en las denominaciones de origen del Marco de Jerez— en este arranque de campaña, lo que disipa las dudas de las últimas semanas tras la confirmación de la merma del 30% estimada por los efectos del hongo del mildiu.

El Marco de Jerez puede considerarse afortunado con esta pérdida de producción, muy inferior al 50% esperado en la cordobesa Montilla-Moriles y al 70% previsto en Condado de Huelva. El sector considera que la cosecha final rondará los 44 millones de kilos de uva, suficientes gracias a la abundancia de la campaña anterior para cubrir las necesidades de las bodegas tanto para el negocio del vino y el vinagre de Jerez, como para el envinado de botas o Sherry Cask empleadas para el envejecimiento de muchas de las principales marcas de whisky del mundo.

Las altas temperaturas de la primera semana de agosto, acompañadas de la sequedad que aportan los vientos de levante, han acelerado el inicio de la vendimia y han puesto freno al riesgo de pudrición (botrytis) y, por tanto, a una mayor reducción de la cosecha y de las rentas de los viticultores, ya que en el Marco de Jerez persiste el pago por kilos y no por la calidad.

Preparación del pie de cuba en el lagar de la cooperativa jerezana.
Preparación del pie de cuba en el lagar de la cooperativa jerezana. / Vanesa Lobo

Ensayo de la calidad y más control

Para acabar con esta anticucuada costumbre, el Consejo Regulador está realizando este año un ensayo para la clasificación de la uva en función de su calidad, iniciativa que aspira a consolidarse a partir de la vendimia de 2026 con la aprobación de las distintas organizaciones sectoriales representadas en el pleno del vino con idea de que, a partir de entonces, también contribuya a la revalorización de la materia prima -a mayor calidad, mayor precio-.

Entre las novedades de la presente campaña, el Consejo también ha reforzado los controles de la graduación para evitar la entrada de uva por debajo del mínimo establecido. Hasta ahora, era suficiente con que una parcela alcanzara una media igual o superior a los 10,5º, dentro de la que las uvas con mayor grado compensaban las menos maduras. Ahora la medición se realiza por porte y, por tanto, es más precisa.

Hasta el pasado martes, la institución jerezana del vino había recibido notificación de la apertura en el curso de esta semana de al menos 6 de los 36 lagares inscritos para la presente campaña –entre ellos el de la cooperativa de Las Angustias, donde ayer seguían con la preparación del pie de cuba–, a los que paulatinamente se irán sumando el resto. El Consejo estima que a mediados de la próxima semana empezará a generalizarse la vendimia, que se prolongará hasta principios de septiembre en los pagos costeros, caso de Sanlúcar, donde la uva aún no ha alcanzado el nivel óptimo de maduración.

Tras el episodio de mildiu, que en algunas viñas ha arrasado con toda la producción, en otras con el 50% y en otras ha tenido menor incidencia, los racimos que no se han visto afectados están más maduros de lo normal debido al vigor de la planta. “Hay jugo de sobra y capacidad vegetativa; hemos entrado en vendimia y la planta aún está criando, que no es lo habitual”, explican desde Vara y Pulgar para ilustrar que el sector recupera el aliento tras un año muy incierto y complicado.

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