Una vuelta más
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María Luisa Vallejo | Psicóloga Forense
María Luisa Vallejo es Directora en Psicoclinic, psicóloga forense acreditada por el COP, miembro del Consejo Nacional de Psicólogos Forenses y divulgadora científica. Cuenta con una dilata experiencia en procedimientos judiciales relevantes y mediáticos, colaborando con prestigiosos despachos de abogados y participando en tertulias y medios de comunicación.
Pregunta.–¿Qué es la psicología forense?
Respuesta.–La psicología forense es una rama de la psicología que sigue siendo una gran desconocida para la ciudadanía. Si tuviera que resumir qué es la psicología forense en pocas palabras, diría que es la ciencia que estudia el compartimiento patológico asociado a un procedimiento legal. Los psicólogos forenses nos encargamos de muchos aspectos, pero el que realizo en concreto es el relacionado con el ámbito judicial, confeccionando informes psicológicos y ratificándolos en los juzgados. Considero que nuestra labor es un recurso valioso para la elaboración de dictámenes en las sentencias. Dentro de este ámbito, realizo diferentes tipos de peritajes psicológicos para orientar a los jueces en procesos como, por ejemplo: capacidades parentales, veracidad del testimonio, daño o secuela psicológica, incapacidad laboral, violencia de género, capacidad testamentaria y un largo etcétera de procedimientos.
P.–En el último mes se está analizando mucho el juicio a Luis Rubiales. ¿Qué opinión tiene sobre lo que se está transmitiendo?
R.–Lo que se ha transmitido en el caso Jenny Hermoso contra Luis Rubiales, bajo mi punto de vista es lo que no tiene que suceder en una sala judicial. Existe la posibilidad de que la estrategia que desea presentar la parte acusada es la de crear distracción, para enfocar el caso desde otro punto de vista a nivel mediático y obviar el motivo real del juicio, presentando la parte acusada un comportamiento irrespetuoso con los agentes implicados en el proceso judicial, donde se ve como el juez tiene que llamar al orden en diferentes ocasiones a los declarantes, pues tuteaban a la letrada, contestaban a las preguntas con otras preguntas y no atendían a las llamadas de atención, que fueron varias, por parte del Juez José Manuel Clemente. Cualquier tipo de estrategia judicial es lícita, pero desde mi prisma como perito judicial, el respeto es esencial y no es simplemente la base de la justicia, sino que fortalece la credibilidad del proceso y engrandece la confianza. Todo funciona mejor cuando las relaciones son más humanas y armoniosas.
P.–Ha trabajado en muchos casos con menores y desde hace semanas hay muchos ‘expertos’ que se han hecho eco del caso de la hija de Anabel Pantoja.
R.–Este caso es especialmente sensible y los profesionales debemos tratarlo con cautela. Se está investigando o siguiendo un protocolo judicial sobre un presunto delito de agresión física a una menor, que supuestamente le ha causado un daño cerebral. De lo que ha transcendido sabemos que la niña continúa con sus padres, lo que nos da a entender que las autoridades judiciales han determinado que donde más segura se encuentra la menor es con sus progenitores. Así que entendemos que los padres son buenos custodios, pues, por el contrario, Alma estaría bajo la tutela de otro familiar o institución. La pregunta que deberíamos hacernos es ¿por qué este linchamiento hacia sus padres, cuando ni siquiera están imputados en un delito? Pues, porque el dolor vende, al igual que el miedo, existen muchas formas de manipulación de las personas. Los medios las conocen y saben recurrir a ellas, como exagerar lo sucedido, enfocarse en aspectos más dramáticos de las noticias o presentar lo sucedido desde un enfoque poco real. Como profesional de la salud mental, imagino que es notable el daño psicológico y moral que le están causando a la familia y como no, la secuela que les pueda ocasionar relacionada con este asunto será difícil de reparar.
P.–La psicología forense es clave en la identificación y comprensión de patrones de comportamiento. ¿Por qué mata un asesino?
R.–Esa es la gran pregunta, si supiéramos el porqué lo podríamos atajar y sería ideal. Los psicólogos llevamos décadas estudiando la psicopatía del delito e intentando contestar a preguntas como ¿los psicópatas nacen o se hacen? ¿Existe predisposición genética a ser un asesino? ¿Existen variables ambientales a tener encuentra para predecirlo? ¿Determinados trastornos mentales predisponen al asesinato? ¿Cuáles son las motivaciones intrínsecas o extrínsecas para dicha conducta? Son muchas las preguntas que nos hacemos y muy pocas las respuestas que avala la evidencia científica. Esperemos que algún día podamos contestar a estas y a otras muchas preguntas. Lo que sí puedo afirmar es que existen algunos patrones de comportamiento en los asesinatos que pueden ser comunes, pero no son la causa, ni se podría generalizar en estos casos.
P.–También hace informes para dictaminar si una víctima dice la verdad. ¿Se puede engañar a un psicólogo forense?
R.–Los informes para averiguar si la persona evaluada dice la verdad es de lo más solicitado en el despacho. Conocer si una víctima o un agresor está diciendo la verdad o si la persona evaluada simula en sus síntomas, es fácil de detectar. Los psicólogos contamos con pruebas psicométricas objetivas y validadas por la comunidad científica, para conocer si es cierto el tipo de testimonio que nos están ofreciendo. A estas pruebas solo nosotros tenemos acceso, son de coste elevado y se exige que las realice un evaluador experto. Además, los psicólogos forenses estamos formados en entrevistas objetivas y en detectar patrones de simulación en una entrevista. Así que a la pregunta de si se nos puede engañar, mi respuesta es que es difícil.
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