Maribel Ortega: "Cantar no estaba entre mis planes, ha sido un regalo de la vida"
La soprano jerezana inicia una intensa temporada con la que celebrará en marzo de 2026, con 'Norma' y la Fundación Ópera Cataluña, dos décadas de carrera sobre los escenarios
Eduardo Millán, Premio Figurativas de Barcelona
La soprano Maribel Ortega nació en Jerez el 24 de abril de 1970. Siempre tuvo una inclinación natural hacia la música, el teatro y a inventarse canciones, pero nunca estudió en el conservatorio, "por circunstancias". De adolescente, su ídolo era Whitney Houston. No tenía nada que ver con la ópera, pero ella intentaba imitarla. Sin embargo, veía que imitar a las cantantes afroamericanas líricas como Jessye Norman o Barbara Hendricks iba más con su personalidad y con su voz. Y en esa época de adolescencia, como su madre, Isabel Asencio, era soprano, cantaba en una coral y en bodas, le ofreció la oportunidad de cantar con ella un dueto en una boda, el Ave Verum Corpus de Mozart. Fue como la alternativa. A raíz de ahí empezó a cantar en bodas también, por intuición y por imitación a su madre, y por buscar su propio camino.
Tras regresar de un tiempo en Inglaterra, inició la carrera de Química como segunda alternativa, ya que el canto no se dio en aquella época. Con 28 años recibió su primera clase de canto en Musicry, en Jerez, con María José Sánchez, que ya falleció. A esa primera incursión la acompañó su amiga, la pianista alemana Johanna Raymont (con raíces jerezanas), que siempre la ha apoyado también en esta carrera. "Se me abrió, de repente, un campo nuevo porque yo casi que ya había tirado la toalla de aprender a cantar, pero me dije, bueno, a lo mejor puedo dar alguna clase para mejorar en mi repertorio de bodas". También cantaba en la iglesia de San Marcos, muy ligada a Ortega durante años.
Empezaron entonces a abrirse otras pequeñas ventanitas y fue cuando la soprano se lio la manta a la cabeza empujada por su profesora y por haber ganado una beca en el concurso del Villamarta del Otoño Lírico-Jerezano. Se marchó a Barcelona a un curso de canto, donde conoció a Enriqueta Tarrés, fallecida hace un año, que "casi que me obligó a irme fuera a estudiar, a prepararme. Ella siempre vio en mí una solista, igual que María José". Se preparó entonces para entrar en el Coro del Liceu, entre muchas cosas entre medio, donde la cogieron de refuerzo, punto de partida en Barcelona para decidirse a quedarse. Paralelamente, trató de trabajar de química en una bodega, "pero no aguantaba ni cinco horas, y en un teatro, sin embargo, soy capaz de estar doce". Se quedó entonces a estudiar en el Conservatorio del Liceu. Y todo empezó a ir muy rápido.
Pregunta.En marzo de 2026 cumplirá 20 años de carrera.
Respuesta.Sí. Empieza una temporada muy emotiva. Para mí es un logro llegar a 20 años de carrera. Estoy muy agradecida a todas las personas que han confiado en mí, sobre todo, a mi familia, mi red, mi grupo de cerebros, a quienes les dedico este cumpleaños.
P.Viene de una temporada también muy intensa.
R.Sí. Esta pasada temporada ha sido bastante exhaustiva en cuanto a trabajo, un año en el que he estado trabajando mucho, sobre todo, fuera de Jerez, excepto el ‘Macbeth’ que hice en el Teatro Villamarta el pasado enero. Previamente a ello estuve en Estonia, en Lituania, donde estoy ahora, y estuve sobre todo en Barcelona, volví a ir a Sabadell a hacer 'Nabucco', y ofrecí un concierto en el Teatro de la Zarzuela muy bonito con Luis Cansino y Enrique Ferrer. La verdad es que fue un concierto memorable en todos los sentidos, donde también estuvo Plácido Domingo compartiendo ese momento.
R.Y esta temporada hará 20 años de mi debut, de carrera como solista. Es verdad que yo en el año 2005 ya hice una ópera en versión concierto, 'Nabucco', en un pueblecito de Cataluña, en Arenys d'Amunt. Pero digamos que yo aquello no lo asocié a un debut, sino que fue como algo, no anecdótico, pero sí, como fue a través del Conservatorio del Liceu y todavía estaba estudiando, pues lo tomé más como un proceso en mi formación que en mi carrera profesional. Yo, de hecho, en aquella época me estaba preparando para entrar en el Coro del Liceu, que ese era mi objetivo y mi meta. Pero, sorprendentemente, en aquel 'Nabucco', Mirna Lacambra, que era la presidenta de la Asociación de Amigos de la Ópera de Sabadell (Fundación Ópera Cataluña), fue la que me dio la oportunidad de hacer 'Norma' en versión escenificada, al año siguiente, en marzo de 2006.
R.Entonces, va a hacer 20 años de aquel debut, y justo en marzo volveré a Sabadell, con 'Norma'. Entonces, para mí, esta temporada está siendo todo lo que me lleva a este aniversario.
P.Ahora mira atrás y dirá que nunca se sabe. De una actuación que pensaba que era como parte del proceso de aprendizaje fue casi su trampolín.
R.Exacto. De hecho, yo hice 'Norma' sabiendo que era una gran responsabilidad, porque yo seguía en el Coro, donde entré de refuerzo. Y, claro, yo tuve que dejar el Coro para hacer la 'Norma', pero mi idea era volver al Coro. Lo que pasa es que a raíz de esa 'Norma', y que gané el concurso Jaume Aragall en la misma fecha, y uno de los premios era hacer 'Lady Macbeth' el año siguiente para ellos, para los Amigos de la Ópera de Sabadell (Fundación Ópera Cataluña), pues claro, yo iba a tener que dedicarme a estudiar 'Macbeth'. Pero es que antes de hacer 'Macbeth' hubo 'Un ballo in maschera', de Verdi también, pues mi idea de seguir en el Coro tuvo que ser retrasada o postergada, y me he postergado 20 años. Es decir, nunca lo descarto, pero ya a estas alturas eso será un poco más complicado.
P.Una temporada, la que viene, llena de títulos emblemáticos.
R.Sí, como el 'Turandot' que estoy haciendo ahora en el Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Lituania. Es una producción de Bob Wilson, que falleció recientemente, que fue la que hice en el Teatro Real de Madrid, aquella oportunidad que tuve de hacer una única función para sustituir a una colega mía que estaba enferma. A raíz de esa sustitución también me vino la oportunidad de hacerla el año pasado aquí, en Lituania, otra vez. Se ve que les gusté y como la han repuesto, pues me llamaron.
R.Y la verdad es que está siendo especial porque al fallecer Bob Wilson, pues tiene un carácter emotivo y más de dedicatoria a su creador. Bueno, no era solo director de ópera, era mucho más. Y después me vuelvo a ir a Sabadell para hacer un Wagner, 'El holandés errante', que es el primer Wagner que se programa allí con los Amigos de la Ópera de Sabadell (Fundación Ópera Cataluña). Han contado conmigo y estoy muy contenta. Tengo unas cuantas funciones.
R.Luego haré la 'Norma' de aniversario en Sabadell. Y después, pues, vienen otros compromisos que todavía no están firmados. Parece ser que habrá 20 años y un poquito más de carrera. Así que contenta (ríe).
R.Y bueno, yo siempre lo digo, que para estar aquí un poco sin creérmelo, que muchas veces está muy de moda esto del síndrome del impostor, de la impostora, que para los artistas creo que es muy recurrente, pero en mi caso, como esto es algo que no he buscado directamente, muchas veces me he sentido así. Pero miro atrás y digo, bueno, que no ha sido fácil, ¿eh? He tenido muchísimas cosas en contra, sobre todo, empezar con muchos años de retraso, digamos, en una carrera musical y de canto. A mí todavía me sorprende mirar atrás y decir, ostras, todo lo que he crecido y lo que me queda, espero, por crecer. Y aunque no sea ya dedicándome profesionalmente al canto, pero en la pedagogía. Dar clases de canto también te abre otro mundo de conocimiento, de aprendizaje y de enriquecerse. Y, bueno, no es que yo haya cantado mucho, pienso que otras colegas de mis repertorios han hecho una carrera, digamos, de cantar mucho. Pero, bueno, cada carrera es individual. Entonces cada persona, cada cantante, pues tiene su manera de gestionar la vida, que no es lineal.
R.Pero yo estoy muy contenta y agradecida porque he podido cantar, que no estaba dentro de mis planes en absoluto. Ha sido un regalo de la vida. Me lo he trabajado y también he encontrado personas en mi camino, contra todo pronóstico y con mi fuerza de voluntad, y como soy Tauro, voy lenta, pero ahí voy.
R. Y, sobre todo, doy gracias también de no haber tenido que cambiar demasiado mi personalidad, de convertirme... Me siento feliz con este proceso y este camino. Y mi objetivo realmente era aprender a cantar y, sobre todo, ahora estoy intentando disfrutar del canto y de esa oportunidad. Para mí es mucho más espiritual que profesional.
P.¿Cómo es su relación con Jerez?
R.Bueno, yo siempre intento que mi relación con Jerez y con el Teatro Villamarta sea buena, positiva y enriquecedora. No depende solo de mí. Las circunstancias no son las ideales para tener una temporada en la que podamos estar todos los cantantes. Mi repertorio es muy específico y a lo mejor no es tan vendible como otros. A mí me encantaría, pero también entiendo que ante una temporada tan pequeña, digamos, de momento, pues hay que ser pacientes y aportar, no exigir. Y yo estoy contenta, además creo que hay buena relación con el actual director del Teatro, Carlos Granados, y yo confío en que cuando la cosa mejore a nivel general, en un futuro, pues hay sorpresa, hay sorpresa.
P.Respecto al panorama operístico español, ¿se promociona al cantante nacional?
R.Bueno, yo lo que sí que veo es que últimamente hay más cantantes nacionales que al haber cantado internacionalmente son más reconocidos aquí. Pero a cierto nivel, de grandes teatros, sigue primando el hecho de haber cantado mucho fuera y de la agencia que te representa. Hay unas cuantas agencias que son la élite, entre comillas, del negocio y son las que respaldan tu entrada o no en algunos teatros, sobre todo, españoles. Y si no perteneces a esa agencia, pues está la cosa un poco más complicada. Yo no quiero entrar en este tema muy profundamente porque es una polémica enorme. Somos muchos cantantes los que creemos que en España se debería de fomentar más el contrato al producto nacional, independientemente de que se contrate al cantante internacional. Si hay buenos cantantes nacionales por qué no podemos tener, y yo me incluyo... No es necesario ser el primer reparto, ni siquiera el segundo, pero sí podemos ser un tercer y cuarto. Y hay cantantes que pueden ser primer reparto. Eso es indiscutible.
R.De hecho, en el Teatro Real está Jorge de León, que es un tenor canario que está haciendo una carrera internacional, pero también es asiduo al Teatro Real. O Saioa Hernández, que también está haciendo una carrera internacional increíble y está presente en Barcelona, en Madrid... O nuestro tenor jerezano Ismael Jordi, el referente de Jerez de carrera operística internacional, que trabaja en muchos teatros del territorio nacional.
R.Es necesario que haya más presencia española en teatros que son españoles y que se financian con dinero público. Bueno, menos mal que tenemos el Teatro de la Zarzuela, que ese es nuestro teatro. Que también está abierto a cantantes que no son de aquí... Yo creo que esa política debería de cambiar.
R.Sí es verdad que por ejemplo en el Teatro Villamarta, de siempre, un rasgo significativo es contar con un 80% o 90% con cantantes nacionales o que vivan aquí, y eso es agradecer.
R. Yo creo que el panorama operístico nacional está creciendo de una manera a lo mejor diferente a como se esperaba. Y, es verdad que el mundo de la ópera, pues también está evolucionando de una manera insospechada. Pero es como el mundo, a lo mejor no va tan rápido como la tecnología, pero al haber tecnología dentro de la ópera pues también las carreras son más cortas, todo es mucho más rápido y se complica todo.
P.¿Qué retos tiene a la vista, obras o personajes que desee afrontar en esta etapa de su carrera?
R.Yo tengo en mi repertorio algunos personajes de óperas de Wagner y cuando en alguna audición canto algún aria de esos personajes, cuando acaba me preguntan si canto el personaje de Brunhilde (Brunilda), que pertenece a la tetralogía de Wagner. Esta tetralogía cuenta con cuatro óperas, 'El Oro del Rin', 'La Valkiria', 'Sigfrido' y 'El ocaso de los dioses'. Yo tengo preparado solo uno de esos roles, que es el de la Brunhilde de Siegfried, pero para mí es un poco abrumador este personaje por la fuerza dramática, tanto actoral, como física, como vocal que hay que tener. Para mí eso es como intocable, es como el top de lo más difícil. Para mí sería un reto poder abordar con éxito toda la tetralogía, o sea, las tres óperas donde canta este personaje, que de momento solo me he atrevido con el de la ópera Sigfrido. El repertorio Wagneriano requiere de muchísimo estudio y madurez. Pero, sobre todo, lo que me piden es Wagner y no me he abierto todavía a esa posibilidad del todo. Y otro de los retos, que estaría casi en el mismo nivel, aunque es mucho creo que más asequible, pero también largo, sería la Isolda de la ópera 'Tristán e Isolda'.
P.Usted es una amante de la enología.
R.Es una vocación que está ahí, pero no está desarrollada en absoluto. Para mí la viña, el vino, tienen una magia equiparable al canto lírico. Es verdad que debido a mi profesión, que es muy absorbente, pues no paso mucho tiempo en Jerez, o cuando paso, estoy estudiando. Y también es verdad que a lo largo de los años, cada vez tomo menos vino. Es una realidad. Pero bueno, intento estar vinculada, aunque sea sentimentalmente a esa parte mía. Que no descarto que en un futuro... porque siempre lo tengo ahí. Yo allí donde voy, si encuentro vino de Jerez, se lo que regalo a mis compañeros. Intento ser un poco embajadora de la ciudad y del vino.
P.Aparte del amor por los vinos y la lírica, ¿qué otras aficiones tiene?
R.Uf, yo tenía muchas aficiones, lo que pasa que, por falta de tiempo ya quedaron relegadas. Por ejemplo, la lectura de novelas policíacas o de asesinatos. Agatha Christie no faltaba. Hasta hace poco yo era una lectora increíble. Me gustaba ir al cine, lo he sustituido por ver películas en Netflix, sobre todo, de asesinatos, y soy un poco macabra yo (ríe). Me gustaba dibujar, manualidades, pintar muebles, hacer cosas creativas. Me gustaba mucho también ir a la playa a pasear, sentir la brisa del mar, más que la montaña. Y me encantan los gatos. Han tomado mucho protagonismo en mi vida desde el año 2016, cuando adopté a una gatita abandonada. Y desde entonces no han faltado gatos en mi casa. Y también tengo una tortuga africana, que lleva conmigo desde 2007. Y estamos muy felices. Tengo un amor por los animales, sobre todo, los que están abandonados.
Temas relacionados
No hay comentarios