De larva de mariposa a vacuna, Bionaturis innova en Jerez
En sus 350 metros cuadrados, esta empresa biofarmacéutica ha creado el proyecto 'Flylife', un sistema que permite la producción de vacunas de segunda generación
No hay una planta en el mundo que por metro cuadrado sea capaz de producir tanta cantidad de medicamentos como Bionaturis. Y sí. Bionaturis está en Jerez. Esta empresa biofarmacéutica, que se incorporó al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) en 2012, desarrolla y produce productos biológicos para el sector farmacéutico y veterinario, especializándose en la prevención y tratamiento de enfermedades nicho. Desde su inicio, conserva su visión de un acceso global a la salud, estimulando -como la dirección explica- el progreso de la innovación constante, como hacer medicamentos biológicos de última generación más factible para las personas y los productores.
El trabajo pulcro y milimetrado de esta empresa permite que sus pasos sean seguros, evitando en la medida de lo posible el riesgo. Aunque, si algo caracteriza a Bionaturis es su capacidad de adaptarse en tiempo récord a los vaivenes del mercado. Víctor Infante, director general de Bionaturis, reconoce que "hay muchas definiciones de innovación, pero yo siempre me la llevo al plano de que si estamos en un entorno altamente cambiante, la capacidad de gestionar el cambio hacia el rumbo que quieres, es para mí innovación".
En el 'barco' de Bionaturis no hay tormenta, rayo o pirata que desvíe la ruta de la empresa. "Cuando se creó la compañía se nos invitó a hacer la visión de la compañía. Pasamos un tiempo pensando a dónde queríamos ir, qué queríamos ser. Bionaturis se plantó a indicar cuál sería su rumbo y a partir de ahí empezamos a definir que queríamos ser una compañía global, que queríamos tener posiciones de liderazgo a nivel mundial, y que queríamos trabajar para equilibrar que sólo un 10% de la población pueda acceder a una salud de prestaciones importantes. Ése era el rumbo y lo estamos respetando en cada paso que damos con el plan de negocios", apunta Infante.
En sus 350 metros cuadrados (ubicados en el Parque Científico Tecnológico Agroindustrial), Bionaturis ha creado el proyecto 'Flylife', un sistema que permite la producción de vacunas de segunda generación a través de larvas de las mariposas. Sólo hay cuatro empresas en el mundo que utilizan hoy día este sistema, y en España, sólo un laboratorio en Madrid lo usa, pero sin la escala industrial que Bionaturis tiene en Jerez.
La innovación que marca el día a día de esta empresa permite que un insecto trabaje para ti y produzca lo que tú quieres, "y ahí está la innovación, ¿cómo le transmites a un insecto que en lugar de fabricar sus proteínas normales se dedique a fabricar una vacuna? Ahí está la clave. A nivel científico es muy complejo, pero básicamente le das en la alimentación unas 'instrucciones' para que la mariposa, una vez que lo coma, se ponga a fabricar lo que quieres, en este caso una vacuna", explica Infante.
La larva se convierte en un obrero, en un reactor que permite que esta empresa trabaje con multinacionales de todo el mundo, especialmente y a día de hoy, del sector veterinario. "Son súper monstruos que han confiado en nuestro sistema y que se encuentran en la fase de evaluación de los productos que somos capaces de generar. Estamos trabajando con multinacionales que están en el top 20 de las que más venden en todo el mundo", apunta Infante, quien añade además que "si el mundo es cambiante, el entorno es cambiante y tú te has propuesto conseguir un reto, la innovación es la que te permite no desviarte de tu camino y afrontar los problemas. Si no lo haces, es imposible. Hoy día, Flylife es nuestra innovación, la forma en que damos respuesta a una necesidad. A lo mejor dentro de 50 años, esta necesidad ya está cubierta y se nos pone sobre la mesa otro reto".
El camino de Bionaturis está lleno de éxitos y reconocimientos. Es rara, muy rara la semana que no haya alguien del equipo participando en un congreso o dando una conferencia. Profesionales jóvenes, cargados de ilusión y sobre todo, con un exquisito currículo, que fueron seleccionados como "gestores del cambio". "Son personas que se encuentran cómodas en situaciones fuera de la zona de confort. El mundo nos está poniendo en situaciones fuera de confort a diario, y las personas que mejor se adaptan, son las que queremos. Coincide en que hay mucha gente joven, con ganas, ambiciosa, que comparte la misión y la visión de Bionaturis".
Ellos son el rostro de una empresa que mira al futuro con fuerza y cumpliendo objetivos. Uno de ellos fue su entrada al Mercado Alternativo Bursátil hace algo más de un año, un paso que se había trazado incluso antes de abrir por primera vez las puertas de la empresa en el PCTA. "Dentro del camino que nos trazamos, consideramos que si queríamos ser una empresa global y liderar posiciones de mercado, teníamos que dar ciertos pasos y uno de ellos era cotizar en un mercado regulado", declara Infante. El director general reconoce que su presencia en bolsa da confianza y ya que "las relaciones con las multinacionales son a largo plazo, tienen que ver que juegas en una liga superior..., pero sabíamos que era un camino arriesgado. Si raro era contarle a mi madre que quería montar una empresa, decirle que íbamos a salir a Bolsa era..., brutal". El tiempo les ha dado la razón y el balance es más que positivo. Han conseguido el posicionamiento que buscaban, permitiéndole mayor versatilidad para la ronda de financiación del crecimiento. Pero los datos son los datos, así que para demostrar su consolidación, el volumen máximo de cotización de Bionaturis, al cierre del pasado viernes, estuvo a 4,50 euros. De esta forma, se ha revalorizado en más de un 86% desde la salida a Bolsa y el volumen de negociación diario ha subido un 1.000% en el mismo periodo. Ahí es nada.
Si Infante mira ahora hacia atrás, recuerda que cuando terminó su tesis doctoral fue cuando comenzaron los mensajes que animaban a la ciudadanía al emprendimiento. "Caímos dentro de un entorno interesante porque nos invitaba a soñar, a ver que hay cosas distintas a las que conocíamos. Y me estimuló. Me apetecía ver cosas nuevas, más cosas de las que se ve cuando estás en el mundo universitario de investigación. Y dimos el salto. Era un momento en el que el entorno no te ponía restricciones, sólo te decía que la única regla que hay es que no hay ninguna regla; que si apuntas alto, puede ser que llegues alto, y ya el mercado te pondrá en su sitio", relata Infante.
Pero en ocasiones el mercado no es sólo el que influye para realzar o hundir una empresa. Desde la dirección de Bionaturis remarcan que "si se considera que las empresas privadas tienen que ser los catalizadores de la economía, hay que apostar bastante más por ellas, facilitarles el camino y no ponerles trabas. Se habla mucho de emprendimiento, de apoyar la innovación, pero luego la realidad es otra, en muchos casos se queda en palabras. Al final hay mucho mérito en las compañías porque somos supervivientes, gladiadores..., estas compañías están soportando una carga fiscal que las obligan a ser el doblemente competitivas para acceder a un mercado global, porque aquí, en España, nos están poniendo muchas losas. Quieren cobrar el IVA antes de que facture, quieren meter el IRPF antes de ver si una persona vale o no vale..., hay muchas cargas que te impiden crear empleo, cuando las empresas, en general, quieren crear empleo, crecer".
Bionaturis es, en definitiva, una empresa global, atemporal, con una visión muy definida y clara, que no es otra que "posibilitar un acceso global a una salud de calidad tanto para pacientes como para productores. Hacia esa misión nos dirigimos utilizando la innovación como catalizador del cambio. Bionaturis decidió que quería ser una empresa de determinadas características globales de crecimiento y no vamos a parar hasta que eso ocurra. Que luego la realidad te meta un sopapo, pues ya está. Pero nosotros no vamos a cesar", subraya su director general.
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