"Hay que promover alternativas lúdicas para los alumnos"
UN PASEO CON... Rocío Domínguez
La decana de la Facultad de Derecho habla de la necesidad de un nuevo aulario
-¿Qué le hace falta a Jerez para que sea una ciudad con más ambiente universitario?
-Hay varios aspectos que influyen de forma negativa. De una parte, la falta de tradición como ciudad universitaria, y de otra, que los universitarios no se han visto obligados a trasladarse a vivir a Jerez. Pero, como respuesta concreta, hay dos cuestiones que abordar: promover alternativas de carácter lúdico y cultural que interesen a los alumnos; y tratar a los universitarios, desde nuestra posición como docentes, como 'adultos', sin preocuparnos de que pasen excesivo tiempo en el Campus con motivo de las clases, trabajos y actividades.
-¿El campus se está quedando pequeño?
-Es una evidencia con la que nos enfrentamos quienes dirigimos las titulaciones y el propio administrador del campus al organizar el curso siguiente. Aunque disponemos de magníficas instalaciones, la numerosa afluencia de alumnos hace, a mi juicio, imprescindible la construcción de un nuevo aulario.
-De las fiestas que se celebran ¿cuál le gusta más?
-La Feria no tiene competencia. Tiene el tamaño, duración, las condiciones y el entorno idóneo para un evento de este tipo.
-Si tuviera que poner un 'punto negro' a la ciudad, ¿cuál sería?
-Pondré dos puntos negros. Uno relativo a la ciudadanía: nos estamos haciendo excesivamente individualistas. Y otro relativo a la ciudad: el aspecto tan abandonado que, al menos en apariencia, tiene la zona industrial Sur.
-Su rincón favorito es...
-Sin duda la plaza de la Yerba.
-El delegado diocesano del MSC, Gabriel Rubio, dejó la pasada semana una pregunta para usted: ¿No cree que, en ocasiones, lo 'políticamente correcto' entorpece la justicia?
-Rotundamente sí. La razón creo que está en el hecho de que lo políticamente correcto se ha convertido en la doctrina ética imperante y el medio de transmisión de ello, no es otro que la abundancia de medios de comunicación. Si tenemos en cuenta que resulta difícil escapar a la influencia de tales medios o que no queremos hacerlo en aras al prurito de estar informados y que la justicia es intrínsecamente objetiva e imparcial, armonizar ambas cuestiones es tarea casi imposible.
-La próxima semana se entrevistará a Diego Fernández Suárez, presidente de las Peñas Flamencas. ¿Qué le preguntaría?
-¿Que opinión tiene sobre la relación entre la conservación de la pureza del flamenco y su posible grado de difusión y disfrute como fenómeno mercantilizado y de masas? ¿Son compatibles ambos objetivos?
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