La recolección del algodón de regadío arranca con dos semanas de retraso

Con la recolección prácticamente ya cerrada del algodón de secano, que apenas representa en la provincia unas 2.000 hectáreas de las 13.650 sembradas la presente campaña, los agricultores se lanzan en estos días a la recogida del cultivo de regadío, que viene algo tardía.

La campaña de recolección en la zona regable arranca este año con entre 15 y 20 días de retraso y se prolongará durante el próximo mes, mes y medio a lo sumo, ya que los cultivadores intensificarán la recogida para evitar el riesgo de lluvias, el principal enemigo para el cultivo por estas fechas.

En principio no hay previsiones de precipitaciones para las dos primeras semanas, señala Peter Maurer, jefe de los Servicios Técnicos de Asaja-Cádiz, quien detalla que las lluvias complican las labores de recogida, tanto por lo impracticable de las tierras como porque se moja el cultivo, de ahí que en una campaña tardía como la actual, los agricultores se afanen para acabar lo antes posible y evitar riesgos añadidos.

La siembra del algodón en Andalucía, que acapara el 95% del total nacional, se ha visto este año mermada en unas 5.000 hectáreas, si bien la provincia repite casi superficie con apenas 90 hectáreas menos que la campaña anterior, explica Maurer, quien recuerda que el secano, del que ya apenas queda un 20% por recolectar, es lo primero que se coge siempre.

Al margen del tardío inicio de la recogida del algodón de regadío, el responsable técnico de Asaja prevé un buen rendimiento del cultivo este año, con una producción media en el secano de entre 800 y mil kilos por hectárea, que en el regadío se dispara por encima de los 3.000 kilos/hª, con una punta de hasta 3.200 kilos.

La principal dificultad a la que se enfrentan los algodoneros es la adaptación a la nueva normativa europea de fitosanitarios, con la que se ha prohibido el uso de muchos de los productos que tradicionalmente se utilizaban para combatir enfermedades y plagas del cultivo, situación que en los primeros años provocó una sensible bajada de la producción.

"El cultivo este año viene bien, tanto en secano, que se ha beneficiado de las lluvias primaverales, como en regadío, en el que ha habido riego a discreción por la situación de los embalses, y aunque las enfermedades han tenido poca incidencia, todavía hay que cogerle el truco a los fitosanitarios permitidos", señala Maurer.

En cuanto al precio, el algodón se cotiza este año en torno a los 0,52 euros el kilo -86 pesetas, moneda en la que sigue haciendo los cálculos el sector-, precio que los agricultores consideran razonable, pues si bien el cultivo rozó los 0,60 euros -cien pesetas-, con el último cambio del sistema de ayudas también se hundió hasta los 0,30 euros -50 pesetas-.

El cultivo tiende a estabilizarse, pero la prohibición de productos como el defoliante que se usaba en la zona, obliga a realizar aún varias pasadas para recoger todo el cultivo, ya que antes, en la primera cogida se recolectaba el 80% del algodón, mientras que ahora se alcanza sólo el 50 o el 60%.